Patrimonios, espacios y territorios. Natalie Rodríguez Echeverry

Patrimonios, espacios y territorios - Natalie Rodríguez Echeverry


Скачать книгу

      1 Según se consigna el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad de Quibdó (2011): “El municipio de Quibdó limita por el norte con el municipio de Medio Atrato, por el sur con los municipios de Río Quito y Lloró, por el oriente con el municipio de El Carmen de Atrato, por el nororiente con el departamento de Antioquia, por el occidente con el municipio de Alto Baudó […]. Tiene un área de 3337,5 km y una población de 97 714 habitantes, la cual representa el 32 % del total del departamento. El 65 % se encuentran en el área urbana”.

       §. PARTE I QUIBDÓ: CONFORMACIÓN Y CONSTRUCCIÓN ESPACIAL

      PODER, ESPACIO, INVISIBILIZACIÓN Y NEGACIÓN DE LO LOCAL EN EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN URBANO-ARQUITECTÓNICA

       CAPÍTULO 1 EL DISCURSO DEL PROGRESO: PROMOVER EL CAMBIO EN CONTRAPOSICIÓN AL ATRASO

      Las distribuciones espaciales y la diferenciación geográfica

      pueden ser resultado de procesos sociales, pero también

      afectan la manera en que estos procesos operan.

      Lo espacial no es solo un resultado, es también

      parte de la explicación.

      DOOREN MASSEY (1984, 4)

      La presunción entonces es que el imaginario moderno operó en la incursión e intervención de la región chocoana, así como en la construcción urbana de Quibdó, al instaurar representaciones que aluden al atraso material y moral tanto del territorio como de sus habitantes y desde las que se justifica la necesidad del cambio, haciendo deseable el progreso; esta instauración de representaciones y justificación de necesidades se emprende y realiza a través de la óptica de la experticia. En este sentido, las escenificaciones en tono de rezago y la creación de requerimientos de cambio es desde las cuales se solventa la puesta en marcha de los proyectos del progreso material y moral. Así, se evidencian escenarios de tensión, donde frente a las nuevas lógicas impuestas emergen resistencias y contrahegemonías, así como permanencias de lógicas y prácticas culturales desde lo local, todas estas en contravía de las formas de poder externas.

       Hacia la búsqueda del cambio

      El comienzo del siglo XX representa para Colombia un momento de cambio, sustentado en una forma de gobierno bajo las directrices del progreso y la modernización. El mandato del general Rafael Reyes (periodo comprendido entre los años 1904 y 1909), según lo explica Carlos Niño (1991), se emprende “bajo los espectros de la separación de Panamá y el recuerdo dantesco de la guerra de los Mil Días”, hechos desde los cuales se acrecienta “el deseo de unión e integración del país, como única manera de evitar nuevas desmembraciones”, así como la toma de acciones ante “la ruina económica y la devastación de la guerra” (37). Siguiendo a Niño (1991), “finalmente se daba el consenso en los sectores dominantes respecto a la unificación estatal y al desarrollo capitalista y se hacía posible concretar la ficción unificadora de la Regeneración” (37), proyecto desde el cual se persigue la “reestructuración del estado y de su economía” (37), y el cual fue encarnado por el Gobierno de Reyes. Según lo explican Castro-Gómez y Restrepo (2008):

      En Colombia, el periodo comprendido desde la pérdida de Panamá hasta el inicio de la República liberal significó el ingreso del país en la fase industrial del sistema


Скачать книгу