El vínculo primordial. Daniel Taroppio

El vínculo primordial - Daniel Taroppio


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los ámbitos de la existencia, tal como suele aparecer en mucha literatura new age, en la que los términos energía y conciencia se usan indiscriminadamente como sinónimos. A quienes sientan interés en profundizar esta temática les recomiendo el excelente artículo de Ken Wilber “Towards a comprehensive theory of subtle energies” (“Hacia una teoría comprehensiva de las energías sutiles”).

      18 Más adelante me extenderé sobre la relación entre prerracionalidad, racionalidad, racionalismo y transracionalidad.

      19 Curiosidades de las ciencias exactas, como por ejemplo la sucesión Fibonacci –la cual se encuentra en la estructura de las plantas, los tornados, las galaxias, la constitución del cuerpo humano y de infinidad de seres vivos–, nos llevan a preguntarnos si las matemáticas son una creación humana o un descubrimiento del orden intrínseco del universo.

      20 La concepción de los cuatro cuadrantes, de Ken Wilber, constituye una sintética y clara exposición de este tema. Puede ser consultada en varias de sus obras pero, en relación con el tema que aquí nos ocupa, recomiendo la lectura de su libro Ciencia y Religión, de Editorial Kairós.

      21 Jung desarrolló el concepto de sombra en contraposición al de persona. La palabra persona proviene del griego y designa a la máscara a través de la cual hablaban los actores en las obras de teatro (persona: por donde suena). Es decir que “la persona” es aquello a través de lo cual nos mostramos, y está constituida por todo aquello que nos gusta de nosotros y que queremos que los otros perciban. Por el contrario, “la sombra” contiene todo aquello que rechazamos de nosotros mismos y que no queremos percibir ni que sea percibido desde el exterior. Sin embargo, como muy bien lo señaló Freud, todo aquello que sepultamos en nuestro inconsciente se las ingenia para reaparecer de una u otra forma. Esto determina la permanente tensión dinámica entre la persona y su sombra.

      22 Varela, Francisco J. Dormir, soñar y morir: Una exploración de la consciencia con el Dalai Lama, Ed. Gaia, Madrid, 2006. Las cursivas son mías.

      23 Entiendo por explicaciones facilistas aquellas que sólo se sostienen en una formulación mental, conceptual, sin participación emocional, sin experiencia vivida. Es decir, en la pura retórica. Las metáforas de los cuarenta años en el desierto del pueblo judío, el ayuno de Jesús, el dramático dilema de Arjuna en el Bhagavad Gita o el tiempo que Buda permaneció mortificándose con los ascetas son todas metáforas del valor de permanecer conscientes de la ignorancia sin taparla con seudoexplicaciones, para que desde la misma desesperación emerja el conocimiento vivido. Las explicaciones facilistas son características del pensamiento mítico, fundamentalista (esto es así porque lo dice la autoridad), y en la actualidad, de las concepciones new age (“Esto es así porque yo lo siento y si no estás de acuerdo es porque eres cerrado e insensible”).

      24 He tratado este tema en mi artículo “Ciencia, Religión y Nueva Era”, disponible en el sitio: www.transpersonals.com

      25 Del latín nihil (nada) e ismus (doctrina). Plantea que toda la realidad, y en especial la vida humana, carece de todo significado o sentido.

      26 En Meditación Primordial, op. cit., trato con mucha más profundidad el tema de la meditación y sus potencialidades terapéuticas.

      Física, biología, crecimiento personal y espiritualidad

      “Uno en Todo, Todo en Uno,

      Uno en Uno, Todo en Todo”.

      Tradición Kegón, Japón

      “Un ser humano es parte de un todo, al que llamamos Universo, es una parte limitada en tiempo y espacio.

      Experimenta sus pensamientos como algo separado del resto, una especie de ilusión óptica de su consciencia.

      La ilusión es para nosotros una especie de prisión, que nos limita a nuestros deseos personales y al afecto por unas pocas personas que tenemos cerca.

      Nuestra tarea debe consistir en liberarnos de esa prisión, ampliando nuestro círculo de compasión hasta llegar a abrazar a todas las criaturas vivientes y a la totalidad de la naturaleza en su belleza. Nadie es capaz de lograrlo completamente, pero la búsqueda de tal logro es en sí misma parte de la liberación y base de la seguridad interior”.

      Albert Einstein

      Considerando que el objetivo fundamental del modelo de las Interacciones Primordiales es desplegar una aplicación práctica y concreta, a fin de llevar desarrollo y bienestar a todo tipo de ámbitos psicosociales, podrá usted preguntarse, legítimamente, cuál es el sentido de comenzar este trabajo dedicando un esfuerzo a comprender la naturaleza del Universo. Entiendo esta inquietud, y le pido por favor que tenga paciencia y siga avanzando en la lectura; le aseguro que a lo largo de este trabajo comprenderá usted la importancia fundamental de procurar entender la naturaleza del Universo para poder comprender a las criaturas que de él han emergido, entre las cuales, por supuesto, estamos nosotros, los seres humanos. En mis otros libros, escritos después de la primera edición de éste, y dedicados al trabajo corporal y a la meditación, he llevado todas estas intuiciones acerca de la forma en que las pautas universales se manifiestan en nosotros, y las he convertido en intuiciones teóricas, metodologías y técnicas específicas para abordar el desafío del desarrollo personal y social. Sin una comprensión previa del Universo, todos estos métodos y técnicas carecerían del fundamento teórico y de la mirada integrativa que les brindan sentido y potencia operativa.

      Hemos visto hasta aquí que la herida básica de la cultura y el ser humano contemporáneos se asienta en la dificultad de percibirnos como parte del Universo. Señalamos también que, en la medida en que sigamos cargando con la herencia de una visión del Universo como algo mecánico y sin sentido, esta integración se torna muy difícil, por no decir imposible. En este capítulo daremos un paso más allá, al afirmar que el modelo que aquí presento se asienta en la intuición de que, si todo lo que existe proviene de una Fuente común, debe ser posible entonces encontrar patrones, pautas, configuraciones y quizás estructuras semejantes en todos los planos del Cosmos. Es decir que, si el Universo, el reino mineral, los sistemas biológicos y la mente provienen todos del mismo origen, todos ellos deben responder a determinadas pautas básicas de funcionamiento y desarrollo. Por lo tanto, comprender mejor el Cosmos implicaría poder comprender mejor la mente, y viceversa.

      Del mismo modo, hemos visto la necesidad de integrar las observaciones del mundo material que nos aporta la ciencia tradicional, con aquellas del mundo interno que nos aportan las tradiciones espirituales.

      Hemos afirmado que somos Universo adoptando forma humana. Exploraremos ahora las pautas comunes entre el Universo como tal y esta forma peculiar que suele adoptar: nosotros mismos.

      ¿ES NECESARIA UNA NUEVA MIRADA DEL UNIVERSO?

      Desde una mirada mecanicista, el Universo


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