Álvaro d'Ors. Gabriel Pérez Gómez

Álvaro d'Ors - Gabriel Pérez Gómez


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quiere ver a una persona y un sacristán. De italiano hizo Álvaro d’Ors, y bien. Pero yo coseché aún mayores éxitos en mi papel de sacristán...»[100].

      VERANO DE 1931. DESCUBRIENDO LOS CLÁSICOS

      Su horario en la capital inglesa lo recoge en una carta que envía a su madre, aunque se dirige también a sus hermanos:

      Hasta este momento, da la sensación de que sus intereses de cara al futuro giran en torno a la Filología Inglesa. Pero es en estas circunstancias, alojado en esa pensión de Philbeach Gardens, donde su vida sufre lo que los guionistas de teatro y cine ingleses llaman un plot point; un punto de giro, a partir del cual cambian las circunstancias de la trama porque se ha roto el equilibrio de lo que venía sucediendo hasta entonces: como hemos visto en su propia narración, en los ratos libres que le dejan sus clases de inglés, Álvaro d’Ors se aficiona a ir al Museo Británico, donde le llaman la atención algunos objetos de la Grecia antigua que hay expuestos. Su interés por ellos es tan grande que, a pesar de sus 16 años, consigue que le permitan la utilización de las instalaciones como si se tratara de un «investigador» al uso.

      El fin del bachillerato coincidió con la caída de la Monarquía. Los tiempos que se avecinaban, con las tensiones sociales, políticas y religiosas que se iban a vivir en los años siguientes, no serían los más adecuados para el desarrollo integral de un joven estudiante. Pero también, precisamente por la misma zozobra que impregnaba todo, servirían para dotarle a él (y también a su generación) de una madurez anticipada.

      Aunque no fue nunca propenso a hablar de cuestiones relativas a su intimidad espiritual, casi al final de su vida Álvaro hizo una referencia a este asunto, dando cuenta de su estado precisamente en este verano de 1931:

      1932. UNIVERSIDAD

      El caserón de la calle de San Bernardo de Madrid era la sede de la Universidad Central, “la Central”, como se la conocía en los ambientes universitarios. El mismo edificio albergaba la Facultad de Derecho, en la que Álvaro d’Ors se matriculó para hacer su primer curso en octubre de 1932.


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