El juego de la seducción. Martín Rieznik
en su objetivo (la mujer que desea en el grupo). En esta etapa, también ella comienza a evidenciar indicadores de interés (IDIs), que aprenderemos a detectar.
Ese desinterés inicial masculino permitirá luego, en la fase siguiente, crear conexión. En ese contexto, ella sentirá que se ha ganado la validación a través de la interacción mantenida y no solo por ser físicamente atractiva.
A3: Una vez que la mujer demuestra interés, el hombre también revela el suyo y comienza a generarse una conexión.
Contabilizados los primeros tres o cuatro IDIs, daremos por sentado que en ella hay una intención real de hablar con nosotros. Cuanta mayor habilidad adquiramos en las dos primeras fases, menor esfuerzo deberemos realizar para llegar a la tercera. El seductor más eficaz no precisa hablar demasiado. Las mujeres aman hablar. Uno de los errores más comunes entre los hombres es buscar una conexión personal con una mujer sin que se haya mostrado interesada en tenerla. Ahora bien, si deja ver su interés, entonces esperará que queramos saber algo de ella. Si no lo hacemos, pensará que solo nos atrae por su físico.
En esta fase es cuando comenzamos a validarla y a mostrar un interés directo por conocerla. Si lo hacemos correctamente, pronto podremos estar a solas en la etapa de confort.
El confort
Debemos considerar esta etapa como la ocasión de conversar con la mujer más profundamente, con mayor conexión e intimidad. Hay que tener en cuenta que, por lo general, cada etapa de confort se desarrolla en un lugar diferente.
El beso puede ocurrir en cualquier fase, generalmente desde que ella nos dio los tres IDIs hasta el final de la etapa de confort. Existen numerosas herramientas para atravesar esta etapa e incluso técnicas que al elevar la temperatura producirán en ella un fuerte deseo de que nos besemos.
C1: Aunque el primer beso puede darse frente a sus amigos o amigas, generalmente las mujeres prefieren besar a un hombre en una situación íntima, a solas, sin ser vistas por su grupo. Por eso, si la conocimos en una situación grupal, una vez que ella mostró interés por nosotros, es hora de tener un momento a solas para conocernos mejor. Puede que no nos vayamos juntos en ese momento; tal vez intercambiemos números de teléfono o contactos en alguna red social y pensemos en encontrarnos otro día. Sea como fuere, ¿acaso querrá vernos nuevamente si nunca tuvimos un momento de cierta intimidad? Ella necesita sentirse lo suficientemente cómoda a solas con nosotros como para estar segura de querer volver a vernos. Esto es lo que llamamos aislamiento: tener un momento los dos a solas. Si ella está acompañada, nos vendrá bien la ayuda de un amigo (al que llamaremos Ala) para pasar el rato con quienes la acompañan, mientras nosotros nos aislamos con nuestro objetivo.
C2: Si en C1 estamos ubicados dentro de la locación donde la conocimos pero algo alejados de los grupos de nuestros amigos, C2 transcurrirá en un sitio intermedio entre el ámbito en el que planeamos tener sexo y el lugar donde nos vimos por primera vez. Estamos hablando de las famosa “citas”, que no siempre existen, ya que es probable que conozcamos a una mujer y esa misma noche o día terminemos en la cama con ella, sin cita de por medio. Pero, como dijimos, es menester prepararse para atravesar todas las situaciones posibles. Muchas mujeres tienen como regla no tener sexo con un hombre que conocieron ese mismo día, ¡aunque siempre podrán hacer una excepción con nosotros!
Hay mucho que aprender para diagramar un buen plan de citas, más allá de la clásica cena a la luz de las velas. Lo ideal es uno que incluya varias situaciones interesantes sin resultar eterno, y que su itinerario surja en el devenir del encuentro.
C3: En esta fase ya estamos cerca del lugar en donde podríamos tener sexo. Así como no es conveniente haber conversado con ella solo frente a sus amigas y luego directamente invitarla a salir por teléfono (porque aún no se sintió lo suficientemente cómoda con nosotros), tampoco es eficaz tratar de llevarla de la cita a la cama sin escalas: ese salto abrupto podría resultar incómodo. Un ámbito adecuado, en esta fase, es un sillón de nuestra casa o de la de ella o quizás el automóvil, si es que pensamos ir a un hotel.
Lo importante es que solo a partir de esta instancia podemos empezar la escalada de juegos preliminares previos al sexo. Si hiciéramos esto en el aislamiento (C1) o en una cita (C2), estaríamos comportándonos inadecuadamente y reduciendo nuestras posibilidades de tener sexo con ella. Las mujeres odian a los hombres desesperados.
Pero en C3 podemos empezar a escalar sexualmente para que el paso a la cama sea gradual y natural. Dar unos masajes o que se siente en nuestras piernas para ver un video suelen ser buenas opciones. Todo a su debido capítulo.
La seducción
Esta es la etapa sexual propiamente dicha. Sin duda, una mujer que gozó el sexo con nosotros es muy probable que quiera vernos nuevamente, así que procuraremos que resulte una experiencia realmente placentera.
Debemos tener en cuenta que es común que las mujeres experimenten cierta ansiedad en el momento previo a tener sexo con un hombre. Esto probablemente tenga un origen biológico: durante millones de años, el sexo estuvo ligado a la reproducción. El embarazo, para una mujer, significa abocarse casi exclusivamente al cuidado de su cría durante por lo menos dos años. En cambio, los hombres, a pesar de las normas culturales, podemos concluir el acto sexual e irnos sin ningún tipo de carga.
S1 es el comienzo del juego sexual y S2 será ese momento –que puede existir o no– en el que ella quiera desacelerar la subida de temperatura. Puede que suceda incluso estando ambos ya desnudos, en la cama, porque, aun así, ella no se siente segura de querer tener sexo con nosotros. Llamamos a esa etapa femenina RUM: reevaluación de último minuto. Muchos hemos pasado por esa situación. Aprenderemos en qué consiste ese sentimiento femenino y, sobre todo, cómo comportarnos en ese momento para que ella se sienta libre y con ganas de tener sexo con nosotros, sin presiones de ningún tipo.
S3: Es el momento sexual propiamente dicho, en el que la experiencia es nuestra mejor amiga. En esta fase final del juego, la conexión y la confianza que construimos desde el comienzo de la interacción nos permitirán explorar una relación libre de prejuicios y limitaciones. Lo más importante es recordar siempre que estamos yendo a la cama con una persona de otro sexo, que siente y vive la experiencia a su manera.
Punto de inflexión
Cinco verdades para comenzar a disfrutar de este proceso de aprendizaje:
1.De nada sirve regalar bombones o flores en una primera etapa. Tampoco los piropos. Si algo de eso fuera útil, no hubiésemos escrito este libro.
2.La práctica hace al maestro. Leer un libro no convierte a nadie en un as de la seducción. Es necesario salir y ejercitar cada una de las técnicas.
3.Es preciso ser un científico en la revisión y un artista en el campo; obtener toda la información necesaria para entender, comprender, aprender y superarse. Debemos encarar la seducción como un proceso creativo que requiere estudio y perfeccionamiento.
4.Es muy importante disfrutar de cada etapa, entender el aprendizaje como un proceso de asimilación de conceptos que requiere tiempo de adaptación a nuevas ideas y acciones. Los resultados llegarán como su consecuencia directa.
5.Se trata de avanzar paso a paso. El intento de aplicar todo el conocimiento en un día o una noche, desesperadamente, para acabar con una mujer en la cama, solo reportará frustración. El objetivo es que desarrollemos una habilidad que nos sirva para el resto de la vida.
Field Report > Luciano.
El juego. En este FR, Luciano narra una experiencia propia para describir