Ronaldo: Un genio de 21 años. Wensley Clarkson

Ronaldo: Un genio de 21 años - Wensley Clarkson


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      Ronaldo y su mejor amigo no consiguieron ver a los infames urubus cuando se adentraron en el azul océano Atlántico para probar las tablas de surf que les habían prestado unos amigos. Ronaldo y Calango habían hecho el largo trayecto hasta la playa de Copacabana para reunirse con uno de los entrenadores del São Cristovão, que se había ofrecido a prepararles un entrenamiento adicional un sábado por la mañana.

      Tras una sesión extenuante de dos horas, decidieron darse un baño refrescante entre las olas de tres metros y medio que rompían contra la arena dorada.

      En pocos minutos, los amigos se vieron en apuros. Calango retoma la historia: “Aunque el mar estaba un poco agitado, decidimos adentrarnos en él. Fuimos remando contra las olas hasta que, de pronto, vimos cómo se acercaba una inmensa hacia nosotros.

      “Le grité a Ronaldo que tuviera cuidado y que se sumergiese, puesto que ésa es la mejor forma de hacer frente a las grandes olas. Sin embargo, la ola se nos echó encima antes de que pudiéramos reaccionar.

      “La ola nos arrastró y logró hundirnos; por más que intentaba salir a la superficie, no lo lograba: era enorme.

      “Me fui a la deriva y después noté cómo la pierna de Ronaldo me golpeaba. La ola nos lanzaba en todas las direcciones del espacio. Pensé que íbamos a morir. Parecía que nunca iba a acabar.

      Después la ola me lanzó hacia arriba contra el cuerpo de Ronaldo. Nos aferramos el uno al otro. De pronto, la ola nos arrojó a la playa y retrocedió hacia el mar. Fue una experiencia espeluznante. Permanecimos tendidos un tiempo sobre la arena, abrazados con una mezcla de alivio y de terror.

      Ese día nos dimos cuenta de que Dios cuidaba de nosotros. Fue un auténtico milagro”.

      Al ser inteligentes y espabilados, a pesar de ser chicos de la calle relativamente poco educados, Ronaldo y su mejor amigo no deberían haber encontrado ninguna dificultad a la hora de enganchar con una chica. Sin embargo, Ronaldo lo pasaba muy mal debido a su timidez natural y a su aspecto ordinario.

      Calango afirma que “siempre acababa hablando de fútbol en las fiestas. No había forma de que encontrase una chica. No estaban interesadas en él”

      Ronaldo estaba muy dolido por el rechazo aparente que causaba en muchas chicas del vecindario. Por mucho que hubiese besado a una chica a los diez años, desde entonces no había hecho ningún avance en ese sentido, lo que acabaría condicionando su percepción de las mujeres, al igual que lo haría el modo en que su padre trataba a su madre.

      Calango recuerda que Ronaldo tenía tan poco éxito con las chicas que muchos de sus amigos le hacían rabiar diciéndole que era gay.

      Según Calango, “al principio, Ronaldo estaba desesperado, pero después comenzó a hacerse pasar por un homosexual de forma muy convincente. Supongo que utilizaba esta faceta imitadora como una especie de mecanismo de defensa, pero muchos de los chicos que no le conocían tanto llegaron a pensar que era realmente gay. Tenía una voz tan dulce y sinuosa que la gente acababa más que convencida”.

      Según la reina Victoria, cuando uno pierde la virginidad debe cerrar los ojos y pensar en Inglaterra. Los grandes románticos, desde Cervantes hasta Byron, añadieron un poco más de lirismo al acto: consideraban rosas a las vírgenes y su desfloración como un canto a las pasiones que lograrían domar a los leones.

      La primera experiencia de Ronaldo (no fue necesariamente un acto de pasión manifiesta, pero sí un momento importante en su desarrollo sentimental) sucedió con una vecina de 15 años un tanto guerrera, llamada Kelly Christina Peres. Por lo que todos cuentan, él era el romántico de la relación.

      Kelly abandonó a Ronaldo después de unas cuantas citas “porque era demasiado feo”. Añade que “éramos muy buenos amigos, pero la relación no funcionó debido a su aspecto”. Fue un duro golpe que Ronaldo no olvidaría en mucho tiempo.

      Para llamar la atención de Kelly, Ronaldo robaba fruta de los árboles de las casas vecinas y se la llevaba en cestas a la bonita colegiala de cabello oscuro. Ella insiste en la actualidad que Ronaldo “quería complacerme como fuera. Era un detalle por su parte, pero cuando se volvió mucho más explícito acerca de lo que quería, ya no me hizo tanta gracia”.

      Kelly afirma que Ronaldo llegó a prometerle que le compraría un Ford Escort “cuando triunfe como futbolista”. Todavía está esperando a que llegue el coche.

      Según Kelly, Ronaldo se ha convertido en un hombre nuevo. “Ya no es tan feo; se ha vuelto mucho más atractivo. Es atlético y tiene estilo. Si hubiese sido así cuando le conocí...” Pero Ronaldo era una persona completamente distinta en 1991.

      En São Cristováo, Ronaldo siguió alimentando su extraordinario récord de goles. Sin embargo, otros aspectos de su juego distaban mucho de la perfección.

      El entrenador del São Cristovão, Alfredo Sampaio, explica que “Ronaldo era muy popular entre sus compañeros de equipo. Siempre estaba hablando y riéndose. Incluso a pesar de ser un muchacho, era un atleta nato, pero no le interesaban las tácticas, sólo conseguir el balón y marcar. Su único punto débil eran los remates de cabeza y su falta absoluta de interés en entrar a defender. Le obsesionaba marcar goles espectaculares. Solía explicar que “los disparos suaves son tan importantes como los trallazos”.

      Ronaldo marcó 36 goles en 54 partidos durante su época en el São Cristovão. El entrenador Sampaio añade que “cuando las cosas no marchaban bien para el equipo, le gritaba a los chicos que le pasasen el balón a Ronaldo. El se encargaba del resto”.

      El club consideraba a Ronaldo un buen chico proveniente de una familia atormentada y era consciente de que la adquisición del jugador por 7.000 dólares reflejaba con fidelidad el grado de riesgo al que se sometía el São Cristovão contando con Ronaldo en el equipo. Su madre seguía trabajando en un bar para llegar a fin de mes y su padre se había marchado del hogar familiar hacía tiempo.

      El club acabó recompensando a Ronaldo y trasladó a su madre, a Nelio hijo y a lona a una casita cercana al campo del club. Aunque no era nada del otro mundo, sí era mucho mejor que las favelas. Para Sonia, estaba a la altura de un palacio, y comenzó a darse cuenta de que si su hijo conseguía sacar el máximo partido de su potencial, sus vidas cambiarían para siempre.

      Mientras, Nelio padre reclamaba que le habían echado del trabajo en la compañía telefónica por escaparse en demasiadas ocasiones en horario laboral para ir a ver a su hijo jugar al fútbol. Sonia replicaba que ella se levantaba a las cinco o a las seis de la mañana para asegurarse de que su hijo llegaba a tiempo a los encuentros del importante equipo.

      Al mes siguiente, el Cruzeiro, equipo de primera división, fichó a Ronaldo por 30.000 dólares y ofreció a sus “propietarios”, Martins y Pitta, un rendimiento instantáneo del capital invertido, puesto que éstos habían comprado al jugador al São Cristovão por 7.000 dólares. Ronaldo se mostró tan satisfecho por encontrarse camino al estrellato, que pidió a su madre que dejara de trabajar inmediatamente. A partir de ese momento, él iba a ser el que trajese el pan a casa.

      Ronaldo debutó con el Cruzeiro el 25 de mayo de 1993, a los 16 años de edad. Pinheiro, entrenador del equipo, quedó impresionado.

      “Driblaba con una facilidad absoluta, sus pases eran extremadamente precisos y marcaba goles que sólo están al alcance de los genios”.

      Algunos de los componentes del club acusaron a Pinheiro de alinear a Ronaldo demasiado pronto, corriendo así el riesgo de quemarle prematuramente al ser demasiado joven. El entrenador desoyó sus comentarios, alegando en su defensa que necesitaba de forma urgente a alguien que marcara goles.

      Cuando el Cruzeiro fichó a Ronaldo, éste se convirtió en el ídolo de decenas de Maria Thuatiras extremadamente jóvenes. Pronto se enamoró perdidamente por primera vez de una morena de 16 años llamada Luciana. La pareja salió


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