De la revolución a la industrialización. Sergio de La Pena
Esta interpretación, según argumenta Haber, "supone que la IED no genera una demanda de insumos de producción nacional, lo que significa que no se originaran nuevas industrias nacionales. Segundo, supone que la IED no incrementa los ingresos de los trabajadores de las empresas de propiedad extranjera, lo que significa que no tienen ningún efecto en la profundidad del mercado interno. Tercero, supone que la IED no genera ninguna transferencia tecnológica, es decir no desempeña ningún papel en la difusión de nuevos tipos de industrias que utilicen procesos nuevos. Cuarto, supone que no hay 'enlaces hacia delante' provenientes de la IED (...] por último, supone que las empresas extranjeras no contribuyen a la base impositiva mediante el pago de impuestos a la exportación, el ingreso y las actividades específicas..." Stephen Haber (comp.), Cómo se rezagó la América Latina, op. cit., p. 24. [regresar]
26 Ibídem, pp. 25-27. [regresar]
27 Cf. Enrique Cárdenas, “Una interpretación macroeconómica del siglo XIX", en Stephen Haber, op. cit., donde estima que los términos de intercambio de 1878 a 1895 fueron de 0.7% promedio anual; y de -3.7 % promedio anual de 1895 a 1910; p. 104. Para la etapa revolucionaria no se cuenta con estadísticas, pero las estimaciones de Sergio de la Peña contenidas en este volumen muestran que de 1919 a 1924 también existe un deterioro de los términos de intercambio de -3.3% promedio anual, Valpy FitzGerald en "La restructuración a través de la Depresión: el Estado y la acumulación de capital en México, 1925-1940" y Enrique Cárdenas en "La gran depresión y la industrialización: el caso de México", ambos ensayos en Rosemary Thorp, América Latina en los años treinta. El papel de la periferia en la crisis mundial, FCF., México, 1988, pp. 265, 276 y 288, demuestran que de 1928 a 1940 también hubo un deterioro de los términos de intercambio; Cárdenas plantea que es de -5.7 % promedio anual de 1929 a 32, de -0.8% para el periodo de 1932 a 1940, de 1940 a 1949 de -1.0% promedio anual, finalmente, de 1950 a 1958 el deterioro fue de -3.5% promedio anual. Enrique Cárdenas, La hacienda pública y la política económica, 1929-1958, FCE, México, 1994, pp. 77, 93 y 147.[regresar]
28 Agustín Cueva, El desarrollo del capitalismo en América Latina, Siglo XXI Editores, México, 1977 y Teoría social y procesos políticos en América Latina, Edicol, México, 1979; Ruy Mauro Marini, Dialéctica de la dependencia, Era, México, 1973. [regresar]
29 Vaipy FitzGerald, "La CEPAL y la teoría de la industrialización por medio de la sustitución de importaciones', en Enrique Cárdenas et al., Industrialización y Estado en América Latina. La leyenda negra de la posguerra, El Trimestre Económico, colección Lecturas núm. 94, FCE, México, 2003, p. 114. [regresar]
30 Stanley L. Engerman y Kenneth L. Sokoloff, "Dotaciones de factores, instituciones y vías de crecimiento diferentes entre las economías del nuevo mundo. Una visión de historiadores de economía estadunidenses", en Stephen Haber (comp.), Cómo se rezagó la América Latina, op. cit., pp. 305-358.[regresar]
31 John Coatsworth, Los orígenes del atraso. Nueve ensayos de historia económica de México en los siglos XVIII y XIX, Alianza Editorial Mexicana, México, 1990. [regresar]
32 Se han planteado objeciones a la validez de esta comparación, enfatizando que se trata de sociedades distintas. Mientras que en Estados Unidos había un mayor peso y dominio de las relaciones de mercado propiamente capitalistas, en México apenas se esbozaban hacia 1800. Incluso se cuestiona que se usen categorías como producto nacional bruto, producto interno bruto y per cápita para el análisis de economías que no están dominadas por el mercado. Consúltese en esta misma colección el vol. 3, Guillermo Beato, De la Independencia a la Revolución, pp. 22-26. Para este autor "Los orígenes del atraso trascienden al siglo XIX, pues tienen raíces estructurales seculares que se hunden en el pasado prehispánico y colonial y condicionan hasta el presente el desenvolvimiento histórico mexicano", p. 26. [regresar]
33Alexander Gerschenkron, El atraso económico en su perspectiva histórica, Ariel, Barcelona, 1968. [regresar]
34 Albert O. Hirschman, La estrategia de desarrollo económico, FCE, México, 1981, p. 53. [regresar]
35 Para Hirschman era central vencer la oposición al cambio. El problema fundamental para el desarrollo consiste en generar y vigorizar la acción humana en cierta dirección. La idea de cambio en una sociedad de tipo comunal cooperativo y cohesivo sólo se podrá aplicar si el progreso beneficia a la comunidad como un todo. La imagen del cambio enfocada al individuo, característica de las sociedades capitalistas donde la autopromoción, autodeterminación y manipulación ambiciosa genera sociedades altamente competitivas y excluyentes, donde la lucha por la riqueza y el poder es más intensa a medida que aumentan los intereses, es opuesta al desarrollo económico genuino e incluso al crecimiento económico sostenido ya que éste requiere un componente cooperativo. Albert O. Hirschman, op. cit., pp. 25-30.[regresar]
Los ritmos de la economía
de 1910 a 1952. Periodos,
ciclos y tendencias
EN EL PERIODO QUE ANALIZAMOS SE REALIZO una reorientación del modelo de crecimiento, de uno orientado al mercado mundial con la exportación de materias primas y minerales a otro que dirige su producción al mercado interno, privilegia el desarrollo industrial y se asigna al Estado la función de regular el desarrollo nacional, además de participar directamente en la economía con sus propias empresas. Para algunos autores como Alan Knight este cambio en la orientación del modelo no fue resultado directo de al Revolución sino de la crisis de 1929-1932; también para Enrique Cárdenas con la depresión la economía se vuelca al interior dando mayor importancia a la industrialización. Para otros autores como Valpy FitzGerald la restructuración del modelo de crecimiento se inicia con la reconstrucción luego de la Revolución, destaca en lo esencial los nuevos roles y funciones de la intervención estatal: " ...el efecto económico de la depresión no debe analizarse sólo en términos de recuperación del crecimiento económico, o incluso sobre la industrialización sino sobre ese proceso de restructuración que involucra el cambio en los patrones de producción, el comercio exterior, la acumulación, la distribución del ingreso, la propiedad y la intervención estatal".1
En efecto, el cambio en el modelo de crecimiento está asociado a la crisis del orden liberal, la mayor participación de los Estados en la economía se hizo patente desde fines del siglo XIX y con mayor fuerza en la primera guerra mundial; la crisis de 1929 fortaleció las políticas proteccionistas que se expresaron, entre otros aspectos, en el abandono del patrón oro, luego la política keynesiana racionalizó y dio fundamento teórico a la intervención estatal que se convirtió en dominante en la economía mundial. En México el agotamiento del modelo primario exportador se expresó en la disminución de los niveles de crecimiento en la última década del porfiriato, las exportaciones mostraban limitadas capacidades de arrastre sobre el conjunto de la economía, los encadenamientos hada delante y hada atrás encontraron un freno en la capacidad fiscal del Estado para expandir la infraestructura, en tanto que la industrialización