El deseo prohibido de Doug. Darlis Stefany
ella es bella.
—Como toda modelos, Grace —soy un trago a la cerveza—, aquí entre nosotras dos, Ethan no escoge a mujeres listas y solo son por un pequeño tiempo.
—Entonces, la prensa rosa no miente.
—No, pero la prensa rosa no sabe porqué lo hace.
—Nunca ha sido visto con una rubia, bueno, Nanette tiñe su cabello, así que no cuenta.
—¿Preocupada? —bromeo, dándole un suave empujón, ella ríe.
—Solo digo que a las rubias nos han dejado en muy mala fama, soy rubia natural pero no soy tonta.
Me sobresalto cuando siento un empujón en mi pierna, me doy la vuelta y se trata un bastón que tiene el abuelo Luca. No puedo evitar sonreír.
—Vi a tan bellas damas conversando y quise pasar a saludar —dice pero no sonríe, me encanta—, a usted no la conozco bella joven.
—Soy Grace.
—Yo soy Luca Stuart, abuelo de una muñeca, un terroncito y un puto que entró en rehabilitación y ahora está casado —enumera—, bueno, olvidé mencionar que mi hijo es un empollón que hace berrinches y no me deja hablar y que él padre de los retoños de mi nieta mayor no sabe ponerse condón, sin contar que el niño me ve como mierda y mi nieta solo sabe mearme cuando la cargo.
—¡Ídolo! —escucho la voz de Dexter tras de mí—. Te estaba buscando, debemos tomarnos una jodida foto.
—Oh, bueno, olvidé mencionar de igual forma que tengo a esta nenita tras de mí oliendo mi culo por una foto —entrecierra los ojos hacia mi hermano—, deberías crecer, esto no es Disney y yo no soy el maldito ratón.
Dicho eso, el abuelo Luca huye de Dexter, quien nos guiña un ojo riendo antes de decirnos como le gusta sacar de quicio al abuelo Luca y va tras él una vez más.
—Nunca había visto un abuelo como ese —asegura Grace riendo.
—Créeme, yo tampoco, pero es una genialidad.
—Ya veo, acabo de conocerlo y ya lo amo.
—Es lo típico —aseguro viendo a mi alrededor.
Doug no ha llegado, lo que significa que Doug no viene.
• • •
—¿Entonces usted asegura que es realmente fácil tejer? —cuestiono divertida a la abuela de Kaethennis, Kim, ella me sonríe.
—No es nada complicado, mi niña, cuando gustes puedo enseñarte.
—Sí, algo como eso me dijo la madre de Doug, pero no lo he intentado, suena bien —digo mordiendo mi galleta de chocolate.
La abuela Kim ríe mientras señala con su cabeza hacia donde Harry Daniel juega con Adam alejados de otros niños, solo ellos dos divirtiéndose.
—Es tan hermoso ver a los hijos de mis nietos, me alegra vivir para este momento y sé que Luca se siente igual que yo —murmura ubicando las manos de manera elegante en su regazo.
—Sí, ha de ser lindo ver a tu familia ampliarse —murmuro.
—¿Quieres tener tu propia familia Hilary?
—En unos años, sí, me gustaría. Creo en la familia, fraternidad y amor, creo que puedo conseguir eso en mi vida.
—Eso está muy bien, eres una mujer lista y tienes ese brillo especial en tus ojos, tendrás una buena vida.
Palmea con dulzura mi mano y yo le sonrío, no tengo ninguna abuela con vida, solo al abuelo Scott y es dulce tener este momento con Kim, es realmente algo lindo. Le doy una sonrisa antes de inclinarme y besar su mejilla.
—Hola cuñada y hola, bella dama —dice la voz de Jeremy detrás de nosotras haciéndonos voltear.
Lo veo con sorpresa, pensé que él no vendría, quizás eso quiere decir que…
—¡Viniste! —señalo lo obvio mientras él besa mi mejilla.
—Sí, creo que te refieres a algo como «oh, viniste, eso quiere decir que sabes quien también vino» —me guiña un ojo sonriéndole de manera galante a Kim—. ¿Cuál es el nombre de tan hermosa dama?
—Tan hermosa dama es Kim y es mi chica, jovencito, clava tus colmillos en otra carne —dice el abuelo Luca frunciendo el ceño, Jeremy ríe.
—Tranquilo, abuelo, ya decía yo que tanta belleza no podía ser soltera.
—Yo no soy tu abuelo —asevera—, cada vez aparecen más desalmados en esta familia, nunca seremos normales.
Me pongo de pie y me desplazo hacia la mesa de dulces acompañada de Jeremy, dejando a Kim y el abuelo Luca tener una de sus graciosas disputas.
—¿Y bien?
—¿Y bien qué? —pregunto tomando un cupcake de chocolate.
—¿Cuándo vas a preguntar por Doug?
—¿Por qué preguntaría yo por Doug?
—Quizás porque la última vez que los vi juntos estaban fusionando sus labios de manera apasionada.
Rápidamente tapo su boca con mi mano, los ojos de Jeremy brillan con diversión. Veo alrededor, nadie escuchó, respiro con alivio. Retiro mi mano y presiono un dedo sobre mis labios pidiendo silencio.
—No lo grites —murmuro, entrecerrando los ojos—, solo fue un beso.
—No es eso lo que me dijo Doug…
Estoy tentada a preguntar a Jeremy qué dijo Doug, pero no quiero caer en su trampa, aunque muero por saber qué es lo que él dijo.
—Estoy muy curioso por saber cómo es que Doug y tú solo son… Cada quien por su lado —toma mi cupcake—, ciertamente cuando me fui tenía la esperanza de que algo pasara, pero ustedes siguen en donde los dejé, que es absolutamente en nada.
—Es porque no hay nada.
—Claro, por supuesto que te creo —dice en burla—, la banda es lo más importante para la rubia, Hil, está claro que eso es el gran muro de Doug para no hacer nada y comportarse como un imbécil y cobarde ¿Cuál es tu excusa?
Me quedo mirándolo sin encontrar respuesta que me justifique.
—No tengo ninguna.
—Exacto, ¿qué pasa con eso de estamos en el siglo XXI y existe la igualdad de género? Si Doug no da el paso es porque necesita un empujón. ¿Qué haces que no lo empujas?
—Tal vez Milla lo empuje —digo antes de apretar mis labios, viendo a Doug conversar con una rubia identificada como Milla.
Ella está usando un vestido ajustado y su cabello está recogido, se ve esbelta y bonita.
—¿Es en serio Hilary? ¿Milla será tu excusa?
—Si él la trajo consigo por algo será.
—¿Has oído acerca de Milla siendo gran amiga de Nanette, la rubia teñida junto a Ethan? —cuestiona—. ¿Cómo crees que Doug conoció a Milla?
—¿Estás queriendo decir que…?
—Que ella vino por Nanette, quien se tomó el atrevimiento de invitarla. Doug no tiene nada que ver, deja de buscar excusas.
—Debes buscarte una novia, de verdad que necesitas una en la cual puedas soltar todo el romanticismo que tienes —palmeo su hombro.
—Cobarde —me reta.
—Puedo vivir con ese hecho, no dije que no fuera hacer nada, solo me estoy tomando un descanso comiendo golosinas.
—¿Crees que Doug no sería capaz de hacer grandes cosas por ti?
Me mantengo muy quieta mientras traslado observo a Doug que asiente