Pensar en escuelas de pensamiento. Libardo Enrique Pérez Díaz

Pensar en escuelas de pensamiento - Libardo Enrique Pérez Díaz


Скачать книгу
con lo expresado, el pensar en escuelas de pensamiento como ágora, como foro de la cultura, configura una multiplicidad de escenarios deliberativos completamente abiertos. Por esto, la base de su realización es el cuestionamiento permanente y, especialmente, el autocuestionamiento. Se encuentran en permanente suspenso los métodos, los alcances, los objetos de conocimiento y de intervención, e, ineludiblemente, los sujetos, sus percepciones, sus representaciones y sus procesos de concienciación.

      En lo que respecta a los métodos, no se toman como determinaciones previas y menos unívocas, son asumidos a modo de un conjunto de referentes puestos al servicio del proceso como puntos de partida que en el curso de la navegación se reconstituyen a partir de la relación sistémica de los diferentes saberes y conocimientos, de las distintas epistemologías y las epistemes conjugadas en la praxis del navegar propio de este pro-yecto de pensamiento y acción.

      El objeto, concebido como una elaboración, como una abstracción que posibilita identificar un centro de atención para incursionar en el entendimiento de un segmento de realidad, confiere un foco no solamente eidético, sino también phronético. El suspender permanentemente el objeto posibilita un mejor acercamiento entre las partes y las visiones constitutivas de los nodos que fundan el entramado dinámico de la red en el pensar-actuar. Desde esta lógica, el objeto no solo se ubica en la noosfera, también tiene un asiento fundamental en el mundo de la biosfera.

      Sobre el alcance, ya se dijo que no existe ningún afán de llegar, entre otras cosas porque el llegar implica una meta precisa, la finalización de un recorrido, un punto definido y determinado; más que un horizonte. En términos del alcance lo que interesa fundamentalmente es el navegar, el transitar, produciendo resultados, claro está, pero siempre transitando con la posibilidad de ir por el norte, el sur, el este o el oeste, incluso, considerando la opción de navegar por el norte y el sur o por el este y el oeste simultáneamente.

      En cuanto a los sujetos, factor fundamental en esta travesía, la condición de apertura y estado de alerta pasa ineludiblemente por la puesta en suspenso permanente de su condición de sistemas cognoscentes, es decir, de su cualidad de productores de realidad en y desde el lenguaje. Se parte de la necesidad de estar alerta frente a la necesidad de construir un sistema de conocimiento que trascienda las epistemologías, epistemes o arqueologías de los objetos de conocimiento y acceda rigurosamente a la posibilidad de establecer estos mismos recursos frente a los sujetos que producen y reela-boran estos objetos, produciendo y reelaborando realidades. En términos de Bruner, es importante considerar el lenguaje dado que

      El lenguaje nunca puede ser neutral, impone un punto de vista no solo sobre el mundo al cual se refiere, sino hacia el uso de la mente con respecto a este mundo. El lenguaje impone necesariamente una perspectiva en la cual se ven las cosas y una actitud hacia lo que miramos. No es solo que el medio es el mensaje. El mensaje en sí puede crear la realidad que el mensaje encarna y predisponer a aquellos quienes lo oyen, a pensar de un modo particular con respecto a él. (2002, p. 128)

      Estar alerta significa que este emprendimiento del pensar, del saber y del actuar, desde un marco de referencia sistémico, entraña la necesidad constante de un autocuestionamiento individual y un hetero-co-cuestionamiento coordinado desde el colectivo. El lugar privilegiado que se le da a la pregunta desde y hacia el sí mismo, y los sí mismos, apunta, principalmente, a un aná-lisis sistemático de las percepciones como mecanismos vitales de incorporación de información mediada por la inestabilidad de los sentidos, al constituirse como vías diferenciadas que permiten el contacto del sistema nervioso con el entorno. Esta especie de des-confianza fraterna en los sentidos no subvalora ni su importancia y ni su condición indispensable en los complejos procesos del conocer, del pensar y del actuar, pero previene frente a su falibilidad.

      Por otra parte, la apertura y el estado de alerta, en lo que a los sujetos se refiere, comportan la revisión permanente de las representaciones derivadas del procesamiento que realiza el sistema nervioso, central y periférico, de la información que ingresa vía percepción. Esta síntesis siempre se encuentra en curso y es producto de la conjunción entre los diferentes componentes del sistema neuronal y de cada uno de ellos con los demás componentes del sistema orgánico interno y el sistema orgánico externo. Las representaciones son posibles gracias a la co-estructuración de todos los factores constitutivos del ecosistema total en el que se encuentran inmersos los sujetos en cuanto organismos.

      Finalmente, la apertura y la vigilancia también se dirigen al proceso de concienciación entendido como metacognición que trasciende a metapen-samientos e incluye metasensaciones. Se trata de una ética de la inteligencia sustentada en la multidimensionalidad del ser humano, en su falibilidad, pero también en su potencial- facultad de asumir las riendas de su ser-existencia de modo consciente y consecuente, porque “en verdad, la fuente principal de nuestra ignorancia es el hecho de que nuestro conocimiento solo puede ser finito, mientras que nuestra ignorancia es necesariamente infinita” (Popper, 1963, p. 53).

      Así, estar alerta y abierto en el contexto del transitar por el pensar en escuelas de pensamiento, como germen-escuela del pensar nuevos, significativos, originales y útiles pensamientos, significa poner especial atención en cada uno de los segmentos que determinan las percepciones, en los que se configuran las representaciones y en todos aquellos que signan los procesos de concienciación, a fin de entenderlas mejor y orientar, de mejor manera, sus manifestaciones y, en lo posible, sus efectos.

      En síntesis, desde la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad se pueden construir pensamientos, ideas y acciones generados desde un crisol que se entiende como escuelas de pensamiento en cuanto que al pensarlas desde adentro de ellas, se van construyendo no solo ellas, sino que, principalmente, se constituyen los sujetos pensantes que desde ellas y a partir de la coordinación de coordinaciones de pensamientos y acciones acrecientan sus niveles de pensamiento y cualifican la gestión de acciones congruentes con un contexto complejo, que demanda cosmovisiones y soluciones complejas.

      Referencias

      Bachelard, G. (2004). La formación del espíritu científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento. Buenos Aires: Siglo XXI.

      Bauman, Z. (2002). La cultura como praxis. Barcelona: Paidós.

      Benedicto XVI. (2009). Caritas In Veritate. Roma: Librería Editrice Vaticana.

      Borrero, A. (2002). La corporación o comunidad universitaria. Su desarrollo histórico. Seminario permanente sobre la universidad. Bogotá: Icfes.

      Brunner, J. (2002). Realidad mental y mundos posibles. Barcelona: Editorial Gedisa.

      Coronado, F. H. (2012). Hitos 14. Repensar la academia universitaria Lasallista. Bogotá: Universidad de La Salle.

      Habermas, J. (1982). Conocimiento e interés. Madrid: Tauros.

      Kuhn, T. (1971). Estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.

      Morin, E. (1991). El método. Las ideas. Madrid: Editorial Cátedra.

      Morin, E. (2004). La epistemología de la complejidad. Gazeta de Antropología, 20. Recuperado de http://www.ugr.es/~pwlac/G20_02EdgarMorin.html

      Nicolescu, B. (1996). La transdisciplinariedad-Manifiesto. París: Ediciones du Rocher. Recuperado de http://www.ceuarkos.com/manifiesto.pdf

      Pérez Díaz, L. (2010). En G. Londoño, Prácticas universitarias en el ámbito universitario. Bogotá: Universidad de La Salle.

      Popper, K. (1972). Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento científico. Barcelona: Paidós.

Nodos potenciadores

      El tránsito de la disciplinariedad

      a la transdisciplinariedad

      Eduardo Mancipe-Flechas

      Introducción

      “Transitar” expresa de modo primigenio el ir de un lugar a otro, el pasar de un modo de ser a otro distinto, implica, en síntesis, un cambio. Así, el transitar de una manera de comprender la relación entre las disciplinas a otra diferente no implica


Скачать книгу