Manual profesional del masaje. Jesús Vázquez Gallego

Manual profesional del masaje - Jesús Vázquez Gallego


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hipocondría, obsesión, estrés), los cuales manifiestan dolor a cualquier maniobra, pero que curiosamente suelen ser los que más y mejor toleran las técnicas más violentas de masaje.

      No obstante, será conveniente advertir al terapeuta de los casos en que se desencadena dolor o aumento del dolor en condiciones basales no dolorosas, o dolor insistente y repetitivo. En estas circunstancias algo puede ir mal y será preciso reconsiderar el caso o diagnóstico incorrecto o técnicas fisioterápicas aplicadas. Para ello es necesario que el terapeuta observe meticulosamente al paciente y los efectos del tratamiento a fin de valorar la necesidad de un cambio.

      En resumen, en general el masaje es una terapia que debe provocar sedación, analgesia o estimulación, en algunos casos sensación de dolor-agradable, salvo en las condiciones excepcionales ya comentadas.

      Estas “sensaciones dolorosas” las clasificamos en tres grupos:

      a) Las que paradójicamente buscan la analgesia mediante provocación de dolor.

      b) Técnicas necesariamente más o menos dolorosas: Cyriax, Vogler-Kraus (periostio), Waterwald (pinza rodante). Estas técnicas se utilizan en miogelosis, mialgias de sobrecarga, celulalgias, etc.

      c) Masaje psicológico del deportista. En este tipo de masaje, la provocación de cierta sensación dolorosa o desagradable de forma intencionada le suele provocar al deportista la analgesia deseada.

      En los casos de maniobras habituales –acariciamiento, presiones, percusión, amasamiento, digitopresiones, vibraciones, maniobras de drenaje linfático, etc.–, el masaje no debe generar nunca exacerbación dolorosa como resultado final a su aplicación, si bien la respuesta individual suele ser variable.

      NORMAS SIMPLIFICADAS PARA UN MASAJE ÓPTIMO

      Para que una sesión de masaje sea eficaz es necesario recordar unas normas básicas que se resumen en lo que llamamos “regla del 3 x 3”:

       1. Tres medidas, previa exploración-palpación:

       Preparar previamente la zona con calor o frío.

       Ambiente relajado (estancia, camilla, etc.).

       Manos hábiles, sensibles y calientes.

       2. Actuar a tres niveles de profundidad progresivamente:

       Piel (superficial) en zona amplia.

       Tejido celular subcutáneo (medio), más concreto.

       Músculo (profundo), sobre puntos precisos.

       3. Por un tiempo de:

       Tres minutos por cada zona o área a tratar.

       De superficie a profundidad.

       Si el terapeuta o el paciente tienen prisa, no dar masaje. Se pierde un tiempo precioso y lo que es peor, ambos quedan mal y se desprestigia esta valiosa técnica terapéutica.

      Tener en cuenta estas sencillas normas será suficiente para que una sesión de masaje sea capaz de transmitir sedación, relajación, confianza y optimismo al paciente. Y estos puntos ya son un buen indicio de eficacia terapéutica.

      Independientemente debemos establecer que en cualquier parte del cuerpo que vayamos a tratar con masajes han de estandarizarse las secuencias siguientes y más o menos en este orden:

      1. Acariciamiento superficial (toma de contacto).

      2. Frotaciones largas, de superficiales a profundas.

      3. Presiones o fricción.

      4. Amasamiento.

      5. En ocasiones, nuevas presiones.

      6. Nuevo acariciamiento de profundo a medio y finalmente superficial. Igual en ritmo, intensidad y cadencia que cuando se inició la sesión.

      Si disponemos de más tiempo y se trata de una lesión muscular más o menos grave, las secuencias serán:

      1. Acariciamiento superficial.

      2. Acariciamiento profundo.

      3. Amasamiento.

      4. Fricción profunda (o deslizamiento según el tipo de lesión).

      5. Nuevo acariciamiento profundo.

      6. Estrujamiento.

      7. Acariciamiento superficial (final relajante).

      LOS CONSEJOS DE LOS EXPERTOS

      QUIROGIMNASIA O GIMNASIA MANUAL

       CLAUDIO MAZÈRES MONGE

       Quiromasajista

       OSCAR MAZÈRES FERRER

       Quiromasajista

      En general todas las personas obtienen a lo largo de su vida una cierta habilidad manual, que en algunos casos llega al virtuosismo debido principalmente al desarrollo de las actividades de la vida cotidiana y también, por supuesto, a la herencia genética, de la cual obtenemos unos genes que nos encaminan con mayor predisposición hacia ciertas actividades.

LO QUE SE REQUIERE PARA QUE UN MASAJE SEA EFICAZ
Diagnóstico correcto Indicación precisa Preparación científica
Un par de manosÁgilesDiestrasNo agresivasEntrenadas DelicadasNo fríasSensiblesCon conocimientos técnicos y anatómicos
Mantener constantes y uniformesRitmoEnergíaFluidezManiobras
Posición idóneaPaciente: estático, relajadoTerapeuta: móvil, con libertad de movimientos
LocalLimpieza escrupulosaAmbientaciónIntimidadCamilla adecuadaCuñas, rulos, sabanillas…
LubrificantesCremas, pomadas, aceites, geles Eficacia discutible y polémica Tan sólo son buenos deslizantes Dan “olor”Penetran escasamenteSin acción analgésica inmediataSi producen gran vasodilatación, “roban” sangre al músculo

      Aun así creemos conveniente resaltar que la técnica desarrollada en el quiromasaje hace muy necesaria la preparación de las manos, realizando una serie de movimientos pensados y dedicados exclusivamente a la obtención y mejora de las manipulaciones que van a conformar cualquier tratamiento basado en el quiromasaje.

      Estos movimientos van a ser utilizados por la mayoría de los profesionales en la preparación de sus manos momentos antes de iniciar un masaje a un paciente.

      La mayor parte de la quirogimnasia entraña una dificultad añadida para el inexperto debido a que los movimientos se deben realizar con la máxima amplitud posible, produciendo en la mayoría de los casos un dolorimiento en las siguientes 24 horas.

      Es aconsejable la práctica de estos movimientos, especialmente por los masajistas inexpertos que aún no han conseguido adquirir una buena práctica para ejercer las manipulaciones.

      Los diversos movimientos que a continuación se exponen forman un pequeño compendio de maniobras útiles para el logro de una buena técnica de las manipulaciones del quiromasaje:

      1. Movimiento de giro lateral de los dedos de forma que hacia el lado derecho el dedo pulgar quede montado sobre el lado lateral del dedo índice y en el movimiento hacia la izquierda el dedo pulgar quede escondido en la palma de la mano (fig. 8.9).

      2. Circunducción dedo a dedo (fig. 8.10).

      3. Rotación dedo a dedo (fig. 8.11).

      4. Hiperextensión: dedo a dedo, forzando al máximo el movimiento


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