Manual profesional del masaje. Jesús Vázquez Gallego

Manual profesional del masaje - Jesús Vázquez Gallego


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Cachete cubital: se aplica con el borde cubital de la mano.

       6. Maniobras para arrastrar la circulación.

      Una vez creada una cierta hiperemia con los amasamientos y las percusiones, podemos aplicar vaciajes venosos para disminuir el contenido sanguíneo de la zona y maniobras como:

      • Roces digitales o roces digitales circunflejos: nos ayudan a arrastrar la sangre acumulada en la zona de trabajo.

       7. Otras maniobras.

      Dependiendo del efecto que se quiera conseguir con el tratamiento, podemos aplicar además:

      • Pellizcos: estimulan la circulación creando hiperemias de forma rápida.

      • Fricción: se utiliza para aumentar la temperatura a nivel de la piel.

      • Vibraciones: mediante una contracción voluntaria de los músculos del brazo y antebrazo, conseguimos provocar un temblor o estremecimiento, que repercute en el metabolismo muscular.

       8. Maniobras específicas.

      Son ciertas maniobras que aplicamos de forma esporádica dependiendo del efecto que queramos conseguir en el usuario:

      • Descontracción de glúteos: presión simultánea con rebote sobre las masas glúteas.

      • Paso del oso: presión alternada que aplicamos de forma lenta preferentemente sobre la musculatura posterior de la espalda y extremidades inferiores para conseguir una acción de bombeo muscular.

      • Pinza rodada: pellizco deslizante sobre las zonas lumbar y dorsal.

      • Rodamiento muscular: a nivel de las extremidades para conseguir de una forma rápida y rítmica movilizar y soltar la musculatura.

      • Movilizaciones articulares: se realizan siempre sin dolor para aumentar la flexibilidad.

      • Masaje de cepillo: la técnica del cepillado muscular consiste en aplicar una presión deslizante siguiendo la dirección de las fibras musculares con el objetivo de alargar la longitud de las miofibrillas y fascia. Esta maniobra se basa en el masaje vertebral de Sambucy. No sería justo dejar de dedicar aunque sea un pequeño recuerdo al autor del masaje vertebral, ya que inició la idea de la técnica del cepillo o garlopa, como él lo denominó. Aunque haya diferencias notorias entre su masaje y el nuestro, creo que todo masajista debería estudiar su obra sobre masaje vertebral, pues es un clásico en la biblioteca de cualquier profesional del masaje.

       9. Maniobras de finalización:

      Para terminar un tratamiento de quiromasaje lo hacemos con maniobras suaves como pueden ser:

       Tecleteos: movimiento rápido y suave que aplicamos con la yema de los dedos para conseguir un efecto relajante.

       Vaciaje venoso.

       Pases magnéticos sedantes o neurosedantes.

      El quiromasaje no pretende ser la única técnica de masaje, sino que es una pieza más del mundo de las técnicas manuales, tal vez la más actual al tratarse de una evolución natural del masaje clásico.

      Creo que es muy importante que un buen profesional conozca y domine varias técnicas y las aplique con el tiempo, en la forma y combinación que crea más conveniente.

      El masaje será siempre una combinación de técnica y sensibilidad. La técnica habrá que aprenderla en los centros adecuados, pero la intuición y la sensibilidad son necesarias para saber qué maniobras debemos escoger para efectuar un buen masaje.

      MASAJE DE CEPILLO

      FORMAS DE MASAJE DE CEPILLO

      Existen distintas formas de cepillar la musculatura. Para ejecutar en las distintas posiciones el masaje de ce pillo, debemos tener, según la amplitud de los grupos musculares, variedades distintas para acoplarnos perfectamente.

      El masaje de cepillo se puede efectuar con la musculatura en posición normal de masaje o bien en forma de masaje y estiramiento.

      Las posiciones de las manos pueden ser las siguientes:

      1. Aplicación de cepillo con las yemas de los dedos índice e incluso con los cinco dedos.

      2. Aplicación con todos los dedos y la palma de la mano conjuntamente. Estas dos formas serán las más idóneas para trabajar la espalda.

      3. Forma de planchado con las primeras falanges y dedos flexionados hasta tocar la palma de la mano. Ideal para trabajar los músculos isquiotibiales debido a su grosor.

      4. Cepillado con el dedo pulgar, especialmente indicado en tibial anterior, cuádríceps y musculatura del antebrazo.

      5. Cepillado con el antebrazo, para zonas muy amplias, como espalda y muslo.

      EFECTOS DEL MASAJE DE CEPILLO

      Cualquier maniobra de cepillo siguiendo siempre la dirección de las fibras musculares será beneficiosa, ya que estira las fibras musculares y produce:

       Aumento de la circulación capilar.

       Regeneración del tejido muscular.

       Estiramiento del músculo en zona determinadas.

       Relajación del músculo.

       Limpieza de las toxinas acumuladas.

      Hay que tener en cuenta que los músculos ante una causa mecánica, física o psíquica reaccionan con un aumento del tono muscular y un acortamiento de sus fibras. Las maniobras de amasamientos, vibraciones, bombeos, etc. disminuyen dicho tono, mientras que las maniobras de cepillo aumentan la longitud de las fibras.

      APLICACIÓN PRÁCTICA DEL CEPILLO EN LA ESPALDA

      Colocación del paciente:

       Decúbito prono.

       Un brazo retroflexionado y apoyado en la cadera.

       Cabeza rotada hacia el lado contrario (trapecio estirado).

      Colocación del masajista:

       Lado contrario a la zona que vamos a masajear.

      Se empieza el cepillado lejos del punto o región dolorosa; es decir, si hay contractura dorsal, empezaremos por la región lumbar o viceversa con el fin de que la sensibilidad del paciente se adapte a nuestras manos que trabajarán poco a poco de menor a mayor profundidad.

      Lentamente iniciaremos el cepillado justo en el borde vertebral, para cepillar el cordón muscular y a continuación con la mano bien plana para no clavar los dedos seguiremos la dirección hacia el borde costal.

      Antes de que una mano llegue al final debe empezar la otra mano a cepillar desde el mismo lugar vertebral y así iniciamos una secuencia continua, ya que en ningún momento la espalda del paciente queda sin el contacto de una de las manos (fig. 10.5).

      Figura 10.5. Aplicación del cepillo con ambas manos en una secuencia continua de movimiento

      Poco a poco iremos ascendiendo, iniciando el cepillado en un segmento más superior y así sucesivamente hasta llegar a la zona interescapular, donde, sin clavar los dedos en el borde interno de la escápula, seguiremos cepillando y al final llegaremos a la zona del trapecio,


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