Manual profesional del masaje. Jesús Vázquez Gallego

Manual profesional del masaje - Jesús Vázquez Gallego


Скачать книгу
de las manos, nudillos, puños, codos o antebrazos. El masaje de fricción es ideal para áreas pequeñas como las manos y los pies y pequeños músculos de la columna.

      Esta técnica, que es analgésica, además estimula la circulación, activa los vasos sanguíneos, tonifica el músculo estriado voluntario y libera de tensión las capas profundas. De esta forma aumenta la capacidad de consumo de oxígeno en el músculo.

      Cuando termina el masaje de fricción pasamos a la maniobra siguiente, si está indicada.

      Figura 9.3. Fricciones

      PERCUSIÓN Y PELLIZCAMIENTOS

      La tercera maniobra de una sesión de masaje sueco suele ser las percusiones o sacudidas, que son las maniobras más enérgicas, cuyos efectos son eminentemente excitantes o estimulantes. De todas formas, para los músculos de un deportista o para cualquier tipo de músculo, lo indicado es ejecutar percusiones ligeras o sacudidas de las masas musculares entre el pulgar y el resto de los dedos hasta conseguir el resultado deseado (fig. 9.4).

      Los pellizcamientos (fig. 9.5) y percusiones, al transmitir a los tejidos un calculado temblor o sacudida rítmicos, calientan más y mejor el músculo al provocar en él una gran vasodilatación y entrada de sangre arterial, ya iniciada con el amasamiento, por lo que es recomendable esta maniobra para el final de la sesión.

      Las percusiones son movimientos eminentemente estimulantes más que relajantes. La técnica se basa en aplicar presiones perpendiculares a la zona problema, alternando ambas manos, de manera rítmica, que se separan del segmento tratado.

      Figura 9.4. Percusión

      Figura 9.5. Pellizcamiento

      Los golpes, o percusiones, se realizan con la mano extendida, con el canto de las manos, con las manos ahuecadas, con los puños, con el dorso de las manos o con la yema de los dedos.

      VIBRACIONES

      Con esta maniobra se trata de propagar un movimiento tembloroso, perpendicular, a los tejidos transmitiéndoles una onda vibratoria a través de las manos o de los dedos (fig. 9.6).

      Se realiza con una o ambas manos, usando la superficie palmar completa o las yemas de los cuatro últimos dedos.

      El movimiento consiste en pequeñas vibraciones, a gran frecuencia, del brazo y antebrazo que se transmiten a las manos y de éstas al tejido sobre el que se encuentran en contacto.

      Pueden ser estáticas, en las cuales las manos no dejan el contacto con la piel, o se avanza con las manos a otros campos.

      Se las puede realizar sobre el abdomen o la caja torácica para estimular los órganos internos.

      Si se desea que la sesión de masaje tenga efectos relajantes y sedantes, debe terminarse tal y como se inició, con un acariciamiento amplio, lento y superficial. Si se pretende estimular el músculo, el acariciamiento debe ser más profundo y rápido.

      Al terminar la sesión, muchos profesionales que practican el masaje sueco dejan al paciente durante unos minutos bien abrigado para que se relaje y observe los efectos físicos y psíquicos del masaje.

      Figura 9.6. Vibraciones

      Una sesión típica de masaje sueco suele durar entre 30 y 60 minutos. Los aceites o linimentos empleados sirven para facilitar el deslizamiento de las manos del terapeuta a fin de que los movimientos alcancen mayor suavidad y fluidez. Suele ser un masaje general, aunque en ocasiones se centran en determinadas zonas más problemáticas.

      Como resumen, cabría argumentar las siguientes conclusiones acerca de las maniobras del masaje clásico sueco:

      Las técnicas de acariciamiento y amasamiento conducen a una estimulación de la circulación, tanto la sanguínea (especialmente) como la linfática, con un aumento de la superficie de intercambio sanguíneo en los tejidos tratados.

      Las técnicas de pellizcamiento y vibración son eminentemente estimulantes del músculo y secundariamente refuerzan la acción vasodilatadora de las dos primeras.

      La fricción es esencialmente una maniobra analgésica, puede destruir células edematizadas y jóvenes, ablandar cicatrices y desbridarlas provocando reacciones vasodilatadoras secundarias (histamina, acetilcolina), de ahí su aplicación en miogelosis, cicatrices, adherencias, etc.

      Paradójicamente, una de las características negativas que se achaca a este masaje es la pobreza de maniobras. Así, mientras que el quiromasaje del Dr. Vicente Lino Ferrándiz describe hasta 62 movimientos distintos, el masaje sueco, como hemos visto, utiliza inicialmente cinco maniobras básicas.

      Al tener tan poca variedad de maniobras, se echa de menos en el masaje sueco algunos movimientos sumamente valiosos e importantes para el tratamiento de ciertas patologías: pases digitales, pases neurosedantes, vaciamientos venosos, frotaciones, tecleteos, palmoteos, cacheteos, etc., todos ellos muy utilizados en quiromasaje y en nuestras escuelas de masaje terapéutico.

      Los efectos del masaje sueco, que aquí resumimos, pues se describen ampliamente en otro capítulo, son esencialmente: analgésicos, vasculares (arteriales, venosos y linfáticos) y reflejos. Todos ellos derivan de la acción mecánica, más o menos prolongada, que las manos del terapeuta ejercen sobre los tejidos alcanzados. A estos efectos mecánicos fundamentales habrá que sumar el efecto psicológico y el emocional, que se encuentran en relación con la sensación de analgesia y relajación.

      C A P Í T U L O

      10

      QUIROMASAJE

      Dr. J. Sagrera Ferrándiz

      HISTORIA

      Con la introducción de numerosas técnicas de masaje y su auge en los últimos años dentro de los campos terapéuticos, estéticos y deportivos, creo que es justo un capítulo aparte para comentar la técnica del quiromasaje.

      Como alumno, hijo adoptivo y médico ayudante del creador de dicha técnica, pienso que puedo clarificar un poco las ideas, haciendo en primer lugar una breve reseña histórica.

      Fue el médico naturista Dr. Vicente Lino Ferrándiz, nacido en 1893 en el pueblo alicantino de Orcheta, aunque trasladado a Barcelona pocos años después, hijo de un sastre y miembro de una gran familia numerosa, el auténtico creador de esta modalidad de masaje. Enfermo de tuberculosis, viajó a Suiza, al sanatorio de Leman, donde a la par seguía un tratamiento y trabajaba para pagar su mantenimiento.

      Después de la Primera Guerra Mundial entró en contacto con el Dr. Forest y el Dr. Kellogg de EE.UU., con quienes aprendió las técnicas de masaje europeo (alemán y austríaco) y oriental gracias a los chinos y japoneses que vivían en EE.UU. Volvió a Barcelona, donde puso en práctica las técnicas naturistas en sus pacientes y, entre ellas, el masaje.

      Estudió la carrera de medicina, se doctoró y aproximadamente hacia el año 1943 recopiló, clasificó y ordenó las maniobras conocidas de masaje, las clasificó y numeró, y dio a su técnica el nombre de quiromasaje para diferenciarla de las demás. Esta palabra proviene del griego quiros, que significa mano.

      Fundó la Escuela Española de Quiromasaje, primera en España, donde poco a poco fue formando a sus alumnos.

      Tuve la suerte de ser becario del Dr. Ferrándiz, tanto en la escuela de masaje como para realizar la carrera de medicina, alternando los estudios con el trabajo de quiromasajista


Скачать книгу