De PhD y otros demonios. Sandra Bermeo
Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Cortesía: Departamento de Patología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia
Cortesía: Departamento de Patología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Figura 2-14. Amebiasis. Perforación del colon transverso.
Cortesía: Departamento de Patología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Ameboma
En ciertos casos se produce una lesión pseudotumoral en el colon que se denomina ameboma, no siempre asociada a amebiasis intestinal sintomática. Este es un granuloma amebiano que se localiza en cualquier parte del intestino grueso, pero predomina en el recto, el sigmoides y el ciego. En un estudio de 26 casos en Colombia se encontró que las lesiones estuvieron localizadas, en su mayoría, en el recto.28 El ameboma consiste en un engrosamiento marcado de la pared intestinal que tiende a obstruir la luz y simula un adenocarcinoma, hallazgo que puede encontrarse en una colonoscopia.29 El tamaño es variable y puede llegar hasta 30 cm. En la mayoría de los casos su forma es circular y se asocia a úlceras de la mucosa. El tejido que lo forma es edematoso y fibroso, con infiltración de eosinófilos, plasmocitos, linfocitos y trofozoítos en la submucosa y cerca de las ulceraciones vecinas La frecuencia de ameboma en casos de amebiasis fatal es, aproximadamente, del 5% (figuras 2-15 y 2-16).27,30
Cortesía: Departamento de Patología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Original.
Mortalidad
En una serie de 220 casos de autopsias en Colombia, el diagnóstico clínico pre mortém se hizo únicamente en el 49,5% de los casos. Resultados similares a los hallados en Colombia fueron encontrados en varios países de América. El porcentaje de muertes causado por amebiasis en países de América tropical, encontrados en autopsias fue: Colombia: 3,5%; Costa Rica: 1,2%; El Salvador: 1,4%; México: 5,0%; y Venezuela: 1,9% a 6,2%.26-28
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
De los pacientes sintomáticos que tienen E. histolytica/E. dispar, el 9% presentan colitis no disentérica y el 1% tienen colitis disentérica. La primera se caracteriza por dolor cólico, diarrea y otros síntomas digestivos; la segunda, por diarrea aguda con moco y sangre. Existen formas muy agudas clasificadas como colitis amebiana fulminante y, en algunos casos, hay perforación hacia el peritoneo. El 90% son asintomáticos y la mayoría son infecciones por E. dispar. A partir del intestino, las amebas pueden llegar al hígado y causar absceso hepático.
La clínica de la amebiasis intestinal puede ser similar a la originada por otras causas, lo que da lugar a que, en muchas ocasiones, se atribuya a esta parasitosis la sintomatología gastrointestinal de otro origen. Esto sucede con mayor frecuencia cuando el paciente tuvo amebas previamente en el examen coprológico; en algunos individuos se crea una verdadera “amebofobia”, que los lleva a atribuir a este parásito cualquier síntoma digestivo o de otros órganos. Este sobrediagnóstico de amebiasis se aumenta por los errores de laboratorios deficientes que informan E. histolytica por confusión con otras amebas no patógenas u otros elementos de la materia fecal. En Cuba se demostró que el reentrenamiento de los microscopistas, disminuía el sobrediagnóstico de amebiasis intestinal.31 Cuando hay un resultado microscópico de E. histolytica/E. dispar, aproximadamente el 90% corresponde a la ameba no patógena.
Se ha difundido la creencia de que la amebiasis es una enfermedad muy difícil de curar, concepto erróneo, originado en los hechos anteriormente mencionados y asimismo en las frecuentes reinfecciones que sufren las personas en las regiones endémicas. Con base en los nuevos conocimientos sobre la prevalencia de E. histolytica y E. dispar se considera que los porcentajes de las formas clínicas de amebiasis intestinal son: asintomática, el 90%; colitis no disentérica o amebiasis crónica, el 9%; y colitis disentérica o amebiasis aguda, el 1% (figura 2-17).
Figura 2-17. Amebiasis intestinal. Formas clínicas de la amebiasis.
Amebiasis asintomática
Esta forma de amebiasis no invasiva se diagnostica por medio del examen coprológico que, comúnmente, revela únicamente quistes. Estos portadores sanos son importantes epidemiológicamente, puesto que son la principal fuente de diseminación de la infección. La ausencia de síntomas se explica, porque los parásitos viven en la luz del colon y no invaden la mucosa. En estos casos, lo más probable es que la amebiasis sea debida a E. dispar, pero puede igualmente ser por E. histolytica cuando habita en la luz intestinal y la forma asintomática puede convertirse en sintomática cuando los parásitos invaden los tejidos.
Amebiasis intestinal invasiva
Se presenta cuando hay invasión de los trofozoítos a la pared del colon, con producción de lesiones. Puede tener dos formas: crónica y aguda.
Amebiasis crónica o colitis amebiana no disentérica. Se puede definir como aquella en la cual hay síntomas de colitis, pero no se presenta la clínica disentérica. Es de evolución prolongada y puede ser consecutiva a una fase aguda o ser la manifestación inicial de la infección amebiana. Está caracterizada principalmente por dolor abdominal, cambios en el ritmo de la defecación, principalmente diarrea, presencia ocasional de moco y rara vez de sangre en las heces. El pujo y el tenesmo (descritos en la amebiasis aguda) pueden presentarse en forma leve y no son tan frecuentes como en la amebiasis aguda. El dolor es, usualmente, en forma de retortijón, el cual se acentúa antes y durante