De PhD y otros demonios. Sandra Bermeo

De PhD y otros demonios - Sandra Bermeo


Скачать книгу
que sea E. histolytica y no E. dispar.

      Pruebas inmunológicas y PCR en materia fecal En la actualidad, la tendencia es a perfeccionar las técnicas de identificación de antígenos específicos, que permitan asegurar el diagnóstico diferencial de E. histolytica y de E. dispar. Se utiliza la adhesina que se inhibe por galactosa para obtener anticuerpos en conejos; con ellos se realizan las pruebas de ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA, por su sigla en inglés) en materia fecal para identificar antígenos (adhesina o lectinas) específicos de E. histolytica.38 Cuando se usan pruebas de ELISA para detectar antígenos en materia fecal se ha encontrado una sensibilidad de 71% a 79% y una especificidad de 96% a 100%, al compararlas con la prueba de PCR en tiempo real como prueba de referencia.39 La prueba de la PCR detecta ácido desoxirribonucleico (ADN) o ácido ribonucleico (ARN) de los parásitos, se utiliza para el diagnóstico y tiene mayor sensibilidad que la prueba de ELISA.40 Se espera obtener procedimientos sencillos y de bajo costo para que sean utilizados en las regiones endémicas para amebiasis. Estos nuevos métodos permiten cambios sustanciales en los estudios sobre amebiasis, puesto que las cifras de prevalencia serán fidedignas y la terapéutica se podrá hacer solo en los que se presenta E. histolytica y no E. dispar.41,42

      Pruebas serológicas

      Las dificultades en la preparación de un antígeno purificado y libre de bacterias hicieron que inicialmente las diversas reacciones utilizadas fueran poco específicas. Cuando Diamond (1961) consiguió el crecimiento de E. histolytica en un medio axénico (o medio libre de bacterias)8 se dio el paso decisivo para la preparación de un antígeno con un alto grado de pureza y, por lo tanto, el desarrollo de reacciones con mayor especificidad. A pesar de esto, las reacciones serológicas en la amebiasis intestinal son de difícil interpretación en zonas endémicas, puesto que existen tres posibilidades: casos con amebas en las materias fecales y ausencia de anticuerpos, que muy probablemente correspondan a E. dispar; casos sin amebas al coprológico y presencia de anticuerpos circulantes, correspondientes a infecciones pasadas; y casos que a la vez presentan el parásito en las materias fecales y anticuerpos séricos. Esta última circunstancia puede corresponder a E. histolytica, que cause invasión tisular, o puede igualmente presentarse en una persona que tenga los anticuerpos por infecciones previas y, en ese momento, las amebas correspondan a E. histolytica que no ha invadido el colon o a E. dispar que nunca invade. Los anticuerpos circulantes persisten durante un año o más, aunque las amebas hayan desaparecido de las materias fecales, lo que indica invasión tisular presente o pasada. Las principales reacciones para el estudio de los anticuerpos en el suero y su interpretación se discuten al tratar el absceso hepático amebiano, en la cual tienen mayor aplicación para el diagnóstico.

      Cultivos e inoculaciones

      El cultivo de E. histolytica no es un procedimiento diagnóstico de rutina, se utiliza en laboratorios especializados para preparar antígenos y para estudios bioquímicos, farmacológicos, inmunológicos, etc. Las inoculaciones en animales tampoco son procedimientos corrientes para el diagnóstico; se usan principalmente para investigaciones de patogenia, virulencia y quimioterapia; los animales más utilizados para este fin son los cobayos, las ratas, los ratones y los cricetos.

      EPIDEMIOLOGÍA, PREVENCIÓN Y CONTROL

      La amebiasis predomina en los países pobres por la alta contaminación fecal, con prevalencias muy variadas de acuerdo a las regiones, comúnmente entre 4% y 15% para el complejo E. histolytica/E. dispar. La parasitosis se adquiere principalmente por contaminación fecal de manos, aguas y alimentos. En países desarrollados se ha incrementado por abundancia de viajeros de zonas endémicas. Las costumbres homosexuales favorecen la contaminación oroanal.

      Epidemiología

      Prevalencia. La amebiasis, como todas las infecciones de origen fecal, predomina en los países pobres. En los países desarrollados se encuentra ocasionalmente en viajeros que estuvieron en zonas endémicas, o por contaminación de personas que han llevado los parásitos desde países subdesarrollados (empleadas domésticas, cocineros, etc.). En algunas ocasiones se ha encontrado la infección en homosexuales, en los cuales la transmisión se hizo por contaminación oroanal.43 En Bangladesh, en un grupo de 289 niños preescolares con diarrea, el 8% presentó E. histolytica como causa contribuyente a este síndrome.44 Desde el punto de vista epidemiológico, es importante diferenciar la infección amebiana de la enfermedad. La primera implica la presencia del parásito en el organismo humano sin causarle daño, la segunda sucede cuando hay invasión del parásito a los tejidos y, por consiguiente, sintomatología.

      Con los nuevos procedimientos que permiten diferenciar E. histolytica de E. dispar, la prevalencia de amebiasis debe referirse a los casos de parasitismo por la forma patógena E. histolytica. Cuando los datos de prevalencia se basan en exámenes microscópicos o en cultivos de materias fecales, se refieren a cualquiera de las dos especies. En Pernambuco, Brasil, 1437 muestras de materia fecal fueron positivas en 4,1%, para quistes tetranucleados de amebas. No obstante, todas las muestras fueron negativas para E. histolytica por ELISA. De 59 muestras cultivadas, en 31 crecieron trofozoítos, de las cuales el 74,19% fueron positivas para E. dispar por PCR y ninguna positiva para E. histolytica.45 En países en vías de desarrollo, el rango de prevalencia es de 1% a 40% en América Central, Asia y África. En países industrializados es de 0,2% a 10,8%.46 En una zona rural de Ecuador, en la provincia de Esmeraldas, se encontró una alta prevalencia de parasitismo intestinal (98,9%); el 27% fueron positivos para el complejo E. histolytica/E. dispar, de los cuales el 18,9% tenían patrones de zimodemos de E. histolytica.47 Todo esto demuestra la variabilidad de las prevalencias de estos protozoos en diferentes comunidades.

      La Encuesta Nacional de Morbilidad en Colombia, de 1980, reveló un 12,1% de positividad para el complejo E. histolytica/E. dispar. Cuando se observan cifras muy altas debe pensarse que hubo error de diagnóstico por mala identificación y por incluir Entamoeba hartmanni, la cual es igual en su forma quística, pero con la diferencia de que estos quistes son menores de 10 µ.48 En los países endémicos como Colombia, en los que se ha hecho la diferenciación de especie por detección de antígenos en materia fecal, gracias al método de ELISA, se ha encontrado que, únicamente el 8,69% de los diagnosticados por examen microscópico, corresponden a E. histolytica.41 Cuando estas cifras se extrapolan a la población general se encuentra que la prevalencia real de E. histolytica es solamente de 1% a 3%. Otro estudio en Colombia reveló que, de 17,5% positivos para el complejo E. histolytica/E. dispar, solo el 0,6% correspondían a E. histolytica.49 Lo expuesto demuestra que realmente ha existido un sobrediagnóstico de amebiasis y que, en el futuro, las prevalencias deben incluir datos obtenidos por métodos de laboratorio que permitan identificar E. histolytica.


Скачать книгу