Adiestre a su perro. Dawn Sylvia-Stasiewicz
Cuando los 22 Perros de la Victoria, como se conocen a estos pit bulls, llegaron al refugio Dogtown de Best Friends, o bien eran terriblemente agresivos, o bien estaban completamente apagados. El director de Dogtown, John García, nos explicó en las entrevistas para este libro que, a través del adiestramiento con refuerzo positivo los Perros de la Victoria aprendieron a confiar en las personas y consiguieron creer que el mundo era un lugar seguro, lleno de personas benevolentes que no les harían daño. Ann Allums fue una de los adiestradores responsables de la rehabilitación de los Perros de la Victoria. Como explica, si hubieran utilizado técnicas de adiestramiento aversivo, no solo no hubieran conseguido rehabilitar a estos perros, sino que es probable que hubiesen empeorado, como pasa por lo general con perros con problemas no controlados de comportamiento. Hoy en día, algunos de los Perros de la Victoria ya han obtenido su certificado de Ciudadano Canino Ejemplar (del cual hablaremos en el apéndice 1) y han sido alojados en casas privadas.
Lo imprescindible: paciencia y práctica
Antes de embarcarse en este programa de adiestramiento —desde la preparación hasta el curso de fundamentos y continuando con el adiestramiento de trucos más avanzados—, primero quiero aplaudirle por comprometerse a adiestrar a su perro utilizando el refuerzo positivo. Y luego quiero que recuerde que no siempre será fácil. Este programa —y, en realidad, cualquier programa de adiestramiento— requerirá mucho de su perro y también requerirá algunas cosas de usted: principalmente práctica con paciencia y constancia. Quiero que recuerde que cada una de las interacciones con su perro es una oportunidad de adiestramiento, que empieza, como he dicho, en el momento en que entra en su casa por primera vez. Quiero que sepa que entre las clases es cuando tendrá que trabajar duro, cuando le pediré que practique con constancia y coherencia lo que ha aprendido. Quiero que haga los deberes. Quiero que entienda que el adiestramiento incluye dedicar tiempo al ejercicio, el cepillado, las caricias y el juego.
Esta práctica con paciencia y constancia es lo que marcará la diferencia entre tener un perro que está muy adiestrado y lleno de vida y uno que está frustrado e inseguro. La práctica paciente le enseñará a su perro que su buen comportamiento se aprecia y se desea y que será recompensado. La práctica paciente le recordará a su perro, una y otra vez, que es un buen perro que merece las atenciones cariñosas que usted le da. La práctica paciente creará un vínculo fundamental.
Creo que la práctica paciente y constante también hará milagros en usted. Cuanto más practique, más seguro se sentirá. Y lo mismo vale para los niños. Le animo a que implique a sus hijos en este programa y en las tareas y deberes. Las experiencias de adiestramiento canino satisfactorias pueden ayudar a enseñar a los niños a adquirir responsabilidades y a aceptar y mantener un compromiso. Si se frustran con la cantidad de tiempo o el trabajo constante que requiere el adiestramiento canino, o con la incapacidad de su perro de dominar algo con rapidez, tenemos la oportunidad de enseñarles que el trabajo duro da buenos frutos. He visto tantas veces a niños y familias transformarse a través del adiestramiento canino… Es una oportunidad de aprender sobre nosotros mismos, de ser más comprensivos y tolerantes y de reírnos de nuestros errores y desafíos.
Créame, si se compromete a adiestrar a su perro ahora y siguiendo las lecciones de este libro, su trabajo dará buenos frutos. Pronto empezará a recoger las recompensas infinitas, maravillosas y enriquecedoras de tener un mejor amigo bien educado y bien socializado.
Empecemos, pues.
Capítulo dos
Prepararse para el adiestramiento canino
Espero que lea esto antes de llevar a su perro a casa, porque la primera pregunta que debe responder en el adiestramiento canino es también la más fundamental: ¿por qué quiere un perro? Si ya ha encontrado al nuevo amor de su vida, todavía debe plantearse esta importantísima pregunta.
La razón «correcta» para adquirir un perro es que quiere un compañero y está en un momento de su vida en el que sabe que tiene el tiempo y el estilo de vida no solo para cuidar de su perro, sino de cuidar bien de él. Usted es completamente consciente del compromiso que requiere un perro y está preparado y equipado para hacer honor a este compromiso. Está emocionalmente preparado para implicarse en la crianza de este animal que para su supervivencia y bienestar depende completamente de usted. Sus finanzas están considerablemente en orden. Recuerde que desear de manera desesperada un perro no siempre significa que sea el momento oportuno de tener uno. Si se encuentra en un momento emocionalmente bajo de su vida y está pensando en adquirir un perro para ayudarle a soportar la depresión o la soledad, quiero que de verdad piense esta decisión antes de tomar esta responsabilidad adicional. Es natural querer que todo el mundo quiera a su perro, pero no debería tener un perro con el fin de obtener la aprobación o la satisfacción de los demás.
Si está pensando en tener un perro por su hijo, a pesar de que usted no esté seguro de comprometerse con una mascota, le aconsejaría que no lo hiciera porque debe dar por sentado que usted será el cuidador principal de ese perro, a pesar de las promesas que pueda hacerle su hijo de que no será así. Si está pensando en darle un compañero a su perro actual, tenga cuidado en no caer en lo que los adiestradores caninos llaman el síndrome del segundo perro, en el cual acaba por dedicar al perro nuevo menos energía y por pasar menos tiempo individualmente del que necesita, lo que provoca que cree un vínculo con el perro que ya tenía y no con usted. El síndrome del segundo perro interfiere en el vínculo que es necesario crear con el nuevo perro para poder adiestrarlo con éxito.
Si después de pensar con cuidado todas estas preguntas llega a la conclusión de que está preparado, le tengo que dar la enhorabuena. La decisión de llevar un perro a su casa y con su familia es, creo yo, una de las decisiones más emocionantes, gratificantes y enriquecedoras que puede tomar.
Escoger al perro adecuado para usted
Como puede decirle cualquier familia con perro, escoger al perro adecuado para su familia puede ser complicado. Hay tantos factores para tener en cuenta… ¿Preferiría realojar a un perro mayor que ya está adiestrado? ¿Las alergias son un problema? Si es así, ¿es necesario buscar una raza que no mude el pelo? ¿Está dispuesto a las alegrías (¡y misterios!) de tener un perro mestizo? ¿Qué tipo de perro encaja con su estilo de vida? Tanto si esto significa hacer caminatas largas cada fin de semana o más bien quedarse en casa. ¿Viaja a menudo? Si es así, ¿sería más fácil viajar con un perro pequeño que pudiera subir con usted a la cabina del avión? ¿Qué piensa de los perros grandes? La mayoría de los perros grandes necesitan mucho espacio y comen más que los perros pequeños, así que ¿en estos momentos el espacio o el coste de la comida son un problema para usted?
En cuanto haya descubierto el tipo de perro más adecuado para su familia, es necesario que decida si prefiere adoptar un perro de un refugio o de una protectora o comprarlo a un criador.
Adoptar de un refugio
Si está dispuesto a adoptar el mejor amigo de su familia en un refugio, me gustaría darle las gracias. Según la Humane Society de Estados Unidos, cada día se llevan a refugios de animales entre 15 000 y 20 000 perros y gatos en todo el país. Estos adorables y encantadores animales simplemente están esperando un hogar nuevo, y están desesperados por empezar un capítulo nuevo de sus vidas.
Ver docenas, o cientos, de adorables cachorros y perros de golpe puede marearlo, así que planifique con cuidado las visitas a los refugios. Aunque quiera tener una conexión emocional con el animal que lleve a casa, también es importante asegurarse de utilizar en este proceso la parte racional del cerebro. Intente descubrir todo lo que pueda sobre la historia del perro que tiene en mente e intente averiguar si el perro está bien socializado con personas y otros perros, o si podría socializarse con facilidad. Si se trata de un cachorro rescatado, pregunte si llegó con compañeros de camada y descubra lo que pueda sobre esos compañeros de camada. ¿El perro se encontró abandonado, o lo dio un propietario? Si lo dio un propietario, pregunte por qué. A veces (y por desgracia) se dan los perros simplemente porque han dejado de ser monos (o porque han empezado las dudas posvacacionales). Pregunte si el perro