Cómo enseñar ajedrez. Ernst Bönsch
en el discurso de apertura del Campeonato Juvenil de Alemania de 1999, acerca del desafío intelectual y social que representa el juego: “Practicar el ajedrez deportivo exige determinación, paciencia y objetivos ambiciosos, además de perseverancia y una mente educada en el pensamiento lógico. Todos estos factores se requieren para idear combinaciones, junto con la capacidad de concentración, planificación y fantasía creadora. El ajedrez nos enseña a celebrar el propio éxito, pero, más allá del resultado personal, también nos enseña a aceptar un resultado adverso. El ajedrez es un diálogo inteligente y una aventura compartida, que propicia asimismo el intercambio social, y que tiene reglas correctas y estrictas que cumplir: es una sencilla pero maravillosa diversión.”
Para entender mejor la problemática pedagógica, en el segundo capítulo se hace un repaso, a través del desarrollo histórico del ajedrez, de las características específicas de la enseñanza y la teoría del juego, según las escuelas, analizando la tendencia de los resultados a fin de pasar revista a las distintas aportaciones. Asimismo, nos detendremos en la dinámica del rendimiento deportivo con el establecimiento de reglas universales y, de forma especial, con la aceleración del proceso de incorporación de los jóvenes jugadores a la elite mundial.
El profesorado no siempre está especializado para elaborar los programas de enseñanza e instrucción en los que se expresan los fundamentos técnicos del ajedrez, por lo que unos pedagogos se encargan de estas clases por medio de nueve capítulos que ofrecen estas materias sin requerir una preparación laboriosa. Para facilitar ese trabajo, los temas se han estructurado gradualmente, incluyendo ejercicios y tareas para casa con hojas específicas de trabajo y un programa completo para el examen. Los padres interesados en el ajedrez son una garantía para la “instrucción casera” puesto que acompañarán voluntariamente a sus hijos en el estudio y ejecución de las tareas correspondientes. En el capítulo cuarto se encontrará lo necesario para que el entrenador o instructor de ajedrez sea capaz de aportar las formas y medios para practicar el ajedrez, incluso jugar minipartidas y resolver ejercicios, mediante la autoenseñanza y un entrenamiento moderado de los elementos racionales. Las lecciones correspondientes se incliyen en las hojas de trabajo en forma de ejercicios, recopilación de conocimientos y ejercicios de repaso, que ayudan en el proceso de asimilación.
Al entrenamiento se le dedica un extenso capítulo. A menudo el concepto de entrenamiento en ajedrez se considera sinónimo del de enseñanza. Una definición apropiada sería la propia oposición entre ambos términos, aunque no siempre es del dominio público. La diferencia explícita radica en que en el entrenamiento se barajan formas teóricas y prácticas. Por ejemplo, el método moderno de utilizar fichas de aperturas y mantener un cuaderno de competición sigue estando vigente y es un medio muy necesario para el entrenamiento personal y el propio desarrollo ajedrecístico. Gran parte de la experiencia de los autores se resume en el capítulo que trata del papel del entrenador/instructor/monitor de ajedrez en el proceso general de instrucción del jugador. La tarea de cada entrenador consiste fundamentalmente en saber transmitir la información del modo adecuado. Simultáneamente con el arte de entrenar y prestar la atención a niños, jóvenes y adultos, el entrenador que, a su vez, prepare a aspirantes a obtener la licencia A o B (véase sección 3.3.4) debe, llegado el momento, saber inculcar y estimular esa vocación entre los posibles aspirantes, así como enseñar las técnicas formales para redactar deberes o tareas caseras.
Se presentan más de 600 temas (combinaciones) que constituyen una colección de ejercicios de formación y entrenamiento, válidos tanto a efectos de organizar el entrenamiento como del propio autoentrenamiento. En su totalidad, estos ejercicios de orientación táctica deben permitir una perceptible mejora del pensamiento analítico, que debe traducirse en resultados; en realidad son posiciones que pueden presentarse en las tres fases de la partida. El autodidacta debe, ciertamente, perseverar en el análisis de las posiciones propuestas y contrastar su solución. Este tipo de ejercicio es, en cierto modo, la auténtica piedra de toque del entrenamiento ajedrecístico y, por tanto, es altamente recomendable.
Dentro de la Federación Alemana de Ajedrez las directrices esenciales para el entrenamiento del jugador destacado, se enmarcan en un programa de entrenamiento que aquí se expone de forma resumida. En los capítulos ocho y nueve se incluye material para la práctica, con miras a la obtención de Elo y títulos internacionales de la FIDE, así como las distintas notaciones, sistemas de juego, reglamentos y orden de fuerza. También se mencionan las organizaciones internacionales de ajedrez, asociaciones alemanas (incluidas la de jóvenes) y federaciones nacionales, además de una bibliografía profesional orientada al entrenamiento y actualizada según la estructura de las organizaciones técnicas.
Hay un capítulo dedicado a los términos ajedrecísticos especiales, dispuestos de forma alfabética, que conviene conocer. Posiciones agrupadas, con las nociones ajedrecísticas correspondiente, además de términos relativos a la pedagogía aplicada, ejercicios de entrenamiento para la práctica competitiva... o la comunicación de las posiciones textuales requieren un minucioso registro enciclopédico.
También se ha considerado oportuno incluir un vocabulario de términos ingleses, dada la abundante literatura existente en ese idioma y su integración en Europa. Por otra parte, se han tenido en cuenta las principales áreas lingüísticas del ajedrez para elaborar una tabla de abreviaturas, equivalencias y símbolos, desde las notaciones tradicionales hasta la empleada por las actuales computadoras, que incluyen el necesario léxico ajedrecístico. En la bibliografía registrada se incluyen otros datos, además del título, y los libros recomendados no sólo son, estrictamente hablando, de contenido puramente ajedrecístico, sino que tienen un ámbito más amplio. Una posición fundamentalmente considerada psicológica o pedagógica, orientada hacia el entrenamiento, adquiere un valor científico cuando es presentada, con pleno conocimiento de causa, por un entrenador titulado. Al final del libro se añade una lista de 1.033 obras actuales y clásicas que consideramos esenciales, tanto por su valor pedagógico como para que el jugador mejore sus resultados deportivos.
Uno de los autores redactó el trabajo relacionado con el estado actual de los conocimientos sobre la enseñanza y el entrenamiento del ajedrez.
La experiencia de otros, tanto como la propia, resulta muy valiosa cuando se trata de métodos de enseñanza y entrenamiento en ajedrez. Al menos ésa es la concepción básica de la que han partido los autores, participantes ellos mismos en numerosos torneos nacionales e internacionales, así como responsables de cursillos y cursos de formación de entrenadores, además del entrenamiento personalizado, enfocado a la alta competición, de algunos jóvenes talentos. También hemos estudiado los métodos de la Escuela de Botvinnik, así como los empleados por la Federación Alemana en grupos de jugadores destacados y en el Instituto de Deportes de Halle. Nuestro punto de apoyo ha sido crear este fondo de conocimientos metódicos, cuyas materias centrales de enseñanza y formación de entrenamiento son el resultado de muchos años de profesión como entrenadores, refrendados por la propia práctica ante el tablero.
Con el tiempo podemos afirmar que hemos explorado con detenimiento un camino metódico óptimo para aprender ajedrez..., plasmado, por ejemplo, en el Programa complejo de instrucción para transmitir las técnicas fundamentales mediante material estructurado, aplicado en dos años escolares sucesivos en el primero y segundo curso de la Escuela Goethe de Halle (siendo niños todos los participantes), a cargo de uno de los autores (E. B.) A mediados de los años setenta, una treintena de futuros instructores/monitores de ajedrez realizaron estudios especializados con el programa antes mencionado, elaborando hojas de trabajo específicas. El camino didáctico para enseñar ajedrez fue recorrido también, entre 1995 y 1998, en las escuelas creativas y el instituto de investigación del profesor Dr. Mehlhorn en numerosas ciudades alemanas, así como en la Stuyvesant High School y en la Bronx High School of Science de Nueva York.
Se han realizado, entretanto, nuevos trabajos sobre la estructura de los métodos didácticos en ajedrez, incorporados al contenido previo de cómo enseñar ajedrez. Gracias a la enorme difusión de los libros, que cada vez afrontan temas más avanzados, en la última década y media numerosos niños de nuestro país y del extranjero han podido aprender ajedrez. Esta obra puede, en todo caso, considerarse un acompañante del entrenador para perfeccionar la fuerza de juego en el nuevo programa de enseñanza y entrenamiento