Manual de musculación y personal trainer. Ezequiel Barletta

Manual de musculación y personal trainer - Ezequiel Barletta


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Características de la pared intestinal. Movimientos del tubo digestivo

      De afuera a adentro, un corte en el tubo digestivo consta de las siguientes capas: serosa, muscular, submucosa y mucosa.

      La serosa suele ser en el abdomen la lámina peritoneal.

      La capa media o muscular consta de dos porciones, una externa longitudinal y una interna circular. Está formada por fibras musculares lisas y sus funciones son básicamente hacer progresar el alimento, fraccionarlo en porciones y mezclarlo, formando una masa homogénea. Las contracciones de la capa muscular se denominan peristaltismo, gracias a estas el alimento puede deglutirse y progresar aun en contra de la fuerza de gravedad.

      Las ondas se inician primero con una dilatación de la parte correspondiente para albergar la masa en progresión, para inmediatamente después provocarse una contracción propulsora por detrás del bolo. De esta manera se ve que hay siempre una contracción proximal y otra distal.

      La capa mucosa tiene aspectos diferentes según la zona considerada del tubo digestivo, estas diferencias son las responsables de las distintas misiones de cada sector del sistema.

       Ingestión

      Consta básicamente de dos fases: masticación y deglución.

       Masticación

      Consiste en triturar los alimentos y formar de ellos una masa más o menos homogénea que forma posteriormente el bolo alimenticio.

      Se lleva a cabo por diferentes elementos:

       DIENTES: con distintas misiones según el tipo que sea: los incisivos cortan, los caninos desgarran y los premolares y molares trituran.

       LENGUA: gracias a un movimiento de aplastamiento hacia arriba y adelante va amasando los productos resultantes de la acción de los dientes y va mezclándolos con la saliva.

       GLANDULAS SALIVARES: productoras de saliva, la cual mezclándose con los alimentos forma el bolo.

       Deglución

      Consta de varias fases:

       Bucal: cuando el alimento está listo para ser deglutido es expulsado hacia atrás por la lengua, el paladar se eleva, ocluye las coanas y pasa a la faringe.

       Faríngea: desciende la epiglotis y el bolo pasa a la faringe por relajación de la misma y posterior contracción proximal, determinando una onda peristáltica hasta que llega al esófago.

       Esofágica: cuando llega el bolo a la altura del esfínter esofágico superior este se relaja y pasa al esófago el contenido, contrayéndose posteriormente dicho esfínter. Por una onda peristáltica el alimento progresa por el esófago.

      Esta progresión de los alimentos se debe a movimientos peristálticos, pero, se ve favorecida por la saliva y el moco segregado por la mucosidad faríngea y esofágica.

      Para pasar el alimento del esófago al estómago es preciso que se relaje el esfínter esofágico inferior, cuando lo hace pasa el bolo y acto seguido se vuelve a contraer, evitando reflujos en sentido contrario.

       Fisiología gástrica

      Tiene el estómago varias funciones: almacén de grandes cantidades de alimentos, hasta que puedan pasar a tramos inferiores; mezcla de los mismos con las secreciones gástricas y vaciarse progresivamente de su contenido.

      La función de almacén la realiza el estómago por la capacidad de distensión que posee, gracias a los pliegues longitudinales que presenta en su pared, los que se van borrando a medida que se distiende. Esto unido al cierre del esfínter pilórico, que impide la salida de los alimentos, hace que estos se retengan y se almacenen.

      A medida que van almacenándose, los alimentos se van mezclando con las secreciones gástricas (ácido clorhídrico, pepsina, etc.) por medio de ondas constrictoras débiles llamadas de mezclado. Al progresar hacia el antro pilórico el alimento es empujado hacia la salida del estómago por anillos constrictores muy potentes. Las secreciones gástricas aumentan no solo por la presencia de alimentos en el estómago, también lo hacen por estímulos nerviosos superiores influidos por la vista, el olfato y el gusto; también por la presencia de quimo en el duodeno, que es el resultante de la mezcla del alimento con las secreciones gástricas.

      El vaciamiento tiene lugar por ondas peristálticas del antro pilórico que avanzan hacia el esfínter pilórico, éste, en general, está cerrado, pero la intensidad de contracción que presenta es lo suficientemente débil como para dejar pasar el agua pero no el quimo. Cuando las ondas antrales progresan hacia el esfínter lo abren y propulsan el quimo hacia el duodeno cerrándose inmediatamente.

       Intestino delgado

      En todo su trayecto aparecen ondas peristálticas cuya misión es hacer progresar el alimento y fraccionarlo en porciones pequeñas para una mejor absorción de los nutrientes.

      En el duodeno hay que destacar la llegada de las secreciones biliar y pancreática a través del esfínter de Oddi, que se abre. Estas secreciones son muy importantes para la digestión de las grasas, en especial la biliar y para la de los tres principios inmediatos, las pancreáticas.

      Además, en el intestino delgado van a producirse la mayor parte de las últimas fases de la digestión (sobre todo de proteínas e hidratos de carbono), gracias a las enzimas de su mucosa. También se va a producir, en su mucosa, la absorción de los productos derivados de la digestión (aminoácidos, ácidos grasos, monosacáridos) y vitaminas, minerales, agua, etc.

      Esta función de absorción tiene lugar gracias a la especial morfología de la mucosa del intestino delgado, esta presenta unos pliegues (válvulas conniventes), en cuya superficie la mucosa aparece formando pequeñas vellosidades. Con esta disposición aumenta mucho la superficie de contacto del alimento con la mucosa y así se garantiza la correcta finalización de la digestión y una correcta absorción.

      En el interior de cada vellosidad hay un eje de vasos linfáticos (quilíferos) y capilares sanguíneos, los que transportaran los productos absorbidos.

      La propulsión de las sustancias va siendo cada vez más costosa a lo largo del intestino delgado, pues, cada vez se va disminuyendo más de volumen y va perdiendo su contenido en agua. Así llega a la unión ileo- cecal, en este momento el material pasa al colon gracias a la apertura especial de la válvula ileo-cecal en sentido intestino delgado- intestino grueso, pero no al revés.

       Colon

      Las funciones del colon son: absorción de agua, propulsión de las materias fecales y almacenamiento de las mismas hasta su expulsión. Debido a su mucho mayor calibre, el tránsito de materia fecal por el colon se realiza mucho más lentamente, esto favorece la mayor duración del contacto entre las heces y la mucosa, así se posibilita la mayor absorción de agua.

      Además, a medida que progresan las heces, el transito se enlentece paulatinamente, por menor volumen de estas, mayor dureza y porque la curvatura del sigma es un obstáculo para la progresión de las mismas.

      Hay que señalar que el transito es posible gracias a la gran secreción de moco por parte de la mucosa colónica.

      Llegadas las heces al recto se van acumulando y distendiendo las paredes de éste, que forman en esta situación la llamada ampolla rectal, la que está cerrada distalmente por los esfínteres anales externo e interno (estriado y voluntario, el primero, liso e involuntario, el segundo) esto permanecerá así hasta que la distensión de sus paredes sea tal que desencadene el reflejo de la defecación. Por él el esfínter anal interno se relaja, pudiendo salir las heces o no según se contraiga voluntariamente el esfínter exterior.

      Las heces que salen al exterior son masas más o menos compactas según su mayor o menor contenido de agua (en condiciones normales


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