El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila

El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos - Eliseo Vila


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nuestra confianza en Jesús, que sigue siendo tan poderoso y tan dispuesto a ayudarnos ahora, como lo era en los días de su carne: “para el que cree todo es posible”.212. Una sola palabra suya basta para calmar tempestades y cesar tormentas.213 No hagamos como Asa, confiando solo en los médicos u otros recursos terrenales,214 pues sabemos que sin el Médico celestial, los médicos terrenales tienen poco que hacer. Por lo tanto, sin despreciar los médicos terrenales, acudid a Cristo, para que él obre a través de ellos, sabiendo que de él procede toda la virtud y la fuerza para bendecir o maldecir, toda sabiduría para guiar a todo tipo de medios terrenales.

      RICHARD SIBBES [1577-1635]

      Vers. 19. Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. [Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. RVR] [Mira mis enemigos, que son muchos, y con odio violento me detestan. LBLA] [¡Considera cuántos son mis enemigos, y el aborrecimiento cruel con el que me aborrecen! BTX] [¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos, y cuán violento es el odio que me tienen! NVI] [Mira cuántos son mis enemigos y el rencor con que me odian. BLP] [Mira cuántos enemigos tengo, ¡y de qué manera despiadada me odian! NTV]

      Mira mis enemigos. Contémplalos, vigílalos, sospésalos, pruébalos, derrótalos.

      Cómo se han multiplicado.215 Harían falta los ojos de Argos216 para abarcarlos, y los brazos de Hércules217 para enfrentarse a ellos, pero el Señor es más que suficiente para derrotarlos. Cuando el Señor desnuda su santo brazo,218 los demonios del infierno y los males de la tierra están derrotados y vencidos de inmediato.

      Y con odio violento me aborrecen. Odiar es el aliento natural de la simiente de la serpiente;219 su progenitora era puro odio, y sus descendientes no pueden por menos que imitarla. Y ningún odio hay tan cruel como aquel que es irrazonable e injusto. Una persona puede perdonar a quién le haya causado daño injustamente, y a pesar de ello, el que se lo ha causado sigue odiándole de manera implacable. “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos”220 dijo el Señor a sus discípulos, y la advertencia del Maestro sigue en vigor, válida para todos y cada uno de nosotros.

      C. H. SPURGEON

      Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. Sí, míralos; pero con otra clase distinta de mirada; con aquella con la que miraste a través de la columna de fuego el campamento de los egipcios y se trastornaron;221 con una mirada de ira y de venganza. El argumento que utiliza hace referencia tanto a la cantidad como a la calidad de sus enemigos, su número y su naturaleza: “se han multiplicado” y “con odio violento me aborrecen”. Se han multiplicado: los corazones del grueso de los hijos de Israel se habían inclinado por Absalón y corrido tras él;222 y así también los enemigos espirituales del pueblo del Señor son muchos: Satanás, sus principados y potestades,223 y todos los hombres impíos de este mundo. Y con odio violento me aborrecen: su odio y furor es terrible, como el de Simeón y Levi;224 estalló de una manera cruel y derivo en actos de violencia y crueldad; y más cruel aún en tanto que era irreflexivo y sin causa; así es también el odio de Satanás y sus emisarios contra los seguidores de Cristo; todos ellos respiran crueldad, sed de su sangre, y con su odio se emborrachan; incluso sus misericordias son crueles, porque están marcadas por el odio.

      JOHN GILL [1697-1771]

      “Exposition of the Old Testament”, 1748

      Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. Dios no necesita recurrir a muchas criaturas para disciplinar al hombre; lo hace por su cuenta. No hay ninguna criatura tan perjudicial para el hombre como su Creador airado. Por regla general, los animales salvajes atacan a otras especies pero no a los individuos de la suya propia; pero la raza humana es capaz de destruirse a sí misma sin compasión. El hombre como depredador del hombre, es más astuto que una zorra, más cruel que un tigre, más fiero que un león; en una palabra, el hombre persiguiendo a otro hombre, es mucho peor que un lobo, es un diablo.

      WILLIAM STRUTHER [1578-1633]

      “Christian Observations”,1629

      Vers. 19-20. Mira mis enemigos (…) Guarda mi alma, y líbrame. A la concupiscencia original, fortalecida y aumentada por múltiples transgresiones habituales, cabe darle el nombre de: “legión, porque somos muchos”.225 Al estilo de Hidra,226 es un cuerpo con muchas cabezas; y cuando cortamos una de sus cabezas, esto es, una impiedad enorme, brota de inmediato otra igual o peor, más monstruosa todavía, igual de venenosa. Desde el vientre materno nos acompaña el pecado original y la inclinación al pecado; y cual del vientre del caballo de Troya,227 surge todo un ejército de deseos impuros que rodean nuestra alma en todas sus facultades, apoderándose de nuestro cuerpo y de cada uno de sus miembros.

      ROBERT MOSSOM [1617-1679]

      “The Preacher’s Tripartie, in Three Books. The First, to raise Devotion in Divine Meditations upon Psalm XXV.”, 1657

      Vers. 20. Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié. [Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié. RVR] [Guarda mi alma y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti me refugio. LBLA] [¡Guarda mi alma y líbrame! No sea yo avergonzado, porque en Ti me refugio. BTX] [Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado, porque en ti busco refugio. NVI] [Protégeme, sálvame, no me defraudes, pues en ti confío. BLP] [¡Protégeme! ¡Rescata mi vida de sus manos! No permitas que me avergüencen, pues yo en ti me refugio. NTV]

      Guarda mi alma y líbrame. Es decir Guarda mi alma del mal y líbrame cuando caiga en él. Una versión alternativa de la oración modelo: “No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal”.228

      No sea yo avergonzado. Este era el temor que cual espectro fantasmagórico perseguía la mente del salmista. Tiembla para que en el punto álgido de su aflicción y debido a lo extremo de la misma, su fe no sea objeto de burla y ridículo. Los corazones nobles lo soportan todo menos la vergüenza. David tenía ese espíritu caballeresco, capaz de resistir cualquier tormento, antes que el de la deshonra.

      Porque en ti confié.229 Si sus siervos se ven abandonados, el buen nombre de Dios queda en entredicho, y esto es algo que los corazones creyentes no pueden tolerar en modo alguno.

      C. H. SPURGEON

      Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.230 Cuando David llega el versículo 20 de este salmo, nos recuerda a Coriolano231 encaminándose vestido de extranjero al palacio de su enemigo Tulo Aufidio, y sentarse impotente implorando la clemencia y hospitalidad del rey, pese a ser consciente de que merecía morir en sus manos. El salmista se arroja de manera similar en brazos de la compasión de un Dios injuriado: “En ti confié”.

      ANDREW ALEXANDER BONAR [1810-1892]

      “Christ and His Church in the Book of Psalms”, 1859

      Vers. 21. Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado. [Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado. RVR] [La integridad y la rectitud me preserven, porque en ti espero. LBLA] [Integridad y rectitud me preserven, porque en Ti espero. BTX] [Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza. NVI] [La integridad y la rectitud me protejan porque en ti tengo puesta mi esperanza. BLP] [Que la integridad y la honestidad me protejan, porque en ti pongo mi esperanza. NTV]232

      Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado. ¿Qué mejores garantías y protecciones puede una persona exigir? Si con tales salvaguardas no somos capaces de prosperar, más nos vale padecer adversidad. Pues incluso los impíos admiten abiertamente que: «la honestidad y honradez son siempre la mejor política». Los herederos del cielo dan fe de esa verdad por partida doble,


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