Equilibrio y movilidad con personas mayores. Debra J. Rose
la capacidad para organizar e integrar la información sensorial resulta gravemente afectada. No sólo resulta inadecuada o imprecisa la percepción del exterior y de nuestra posición en el espacio, sino que también queda comprometida nuestra capacidad para responder apropiadamente.
Se logra una función motora óptima mediante la interacción de múltiples sistemas propios y ajenos al SNC.
A nivel del comportamiento, esta acumulación de cambios en el sistema nervioso envejecido parece manifestarse como una reducción en la capacidad para realizar movimientos complejos que requieran velocidad y precisión, equilibrio, fuerza o coordinación. Describiremos ahora los cambios debidos al envejecimiento que se producen en los componentes periféricos y centrales de los sistemas sensitivo y motor, ilustrados en el modelo del equilibrio dinámico de Nashner (fig. 1.3, pág. 24).
Cambios en los componentes periféricos y centrales del sistema sensitivo
Es de esperar que los cambios debidos al envejecimiento en los componentes periféricos y centrales de los sistemas visual, somatosensorial y vestibular afecten el equilibrio y la movilidad de la peor manera posible en virtud de la interdependencia existente entre el procesamiento de la información sensorial aferente, la selección de una respuesta motora apropiada y su posterior control. Como se ilustra en la figura 1.3, los receptores periféricos asociados con los sistemas sensoriales son los responsables de la recepción y transmisión iniciales de la información sensorial procedente de nuestra interacción con el entorno, mientras que las áreas sensitivas que conforman el componente central del sistema sensitivo son las responsables de comparar, seleccionar y combinar la información sensorial aferente de todos los sistemas, con el objetivo de que podamos determinar nuestra ubicación en el espacio y nuestra respuesta. Esta información sensorial, una vez organizada e integrada con las áreas sensitivas centrales del encéfalo, se utilizará para seleccionar la respuesta motora.
Cambios en la vista debidos al envejecimiento
Los cambios habituales por envejecimiento en el componente periférico del sistema visual son pérdida de agudeza, de profundidad de percepción, de sensibilidad a los contrastes y reducción del campo visual, sobre todo en la región periférica. Estos cambios alteran la calidad de la información que recibe el componente del sistema central y causan un enlentecimiento del procesamiento de la retroalimentación sensitiva aferente, una mala integración del aferente sensorial y una percepción alterada de la posición del cuerpo en el espacio.
A nivel del comportamiento, estos cambios en el sistema visual pueden afectar negativamente a la capacidad de los adultos mayores para percibir con precisión o anticiparse a los cambios en las condiciones normales del suelo y a la presencia de peligros a su alrededor. En consecuencia, resulta afectada negativamente la capacidad para evitar obstáculos, subir bordillos o escaleras y moverse con eficacia con poca luz o con contrastes lumínicos (Lord, Clark y Webster, 1991). Las disminuciones en el sistema visual, sobre todo en el campo visual periférico, también se han asociado con un aumento del riesgo de caídas en adultos mayores.
Los cambios debidos al envejecimiento en el sistema visual afectan negativamente la capacidad de los adultos mayores para percibir o anticiparse con precisión a los cambios en las condiciones del suelo o a la presencia de peligros a su alrededor.
La creciente prevalencia de enfermedades oculares, como cataratas, glaucoma y degeneración macular en los adultos mayores, también se ha relacionado con el aumento de la tasa de caídas (Ivers, Cumming, Mitchell y Attabo, 1998; Lord, McLean y Stathers, 1992). Cuando se combina con cambios normales por envejecimiento en el sistema visual, la presencia de cualquiera de estas enfermedades afecta todavía más la calidad de la visión. En la figura 1.4 aparecen ejemplos de cómo estas enfermedades oculares afectan a la calidad de lo que ven los adultos mayores.
Cambios somatosensoriales debidos al envejecimiento
Umbral de vibración. Nivel en el que un receptor somatosensorial comienza a activarse como respuesta a un estímulo vibratorio.
También se ha demostrado que los cambios por envejecimiento del componente periférico del sistema somatosensorial afectan la estabilidad ortostática y la capacidad para recuperar el control en bipedestación cuando se pierde el equilibrio. El aumento del umbral de vibración de dos a diez, que revela una reducción de la capacidad para percibir la calidad del contacto entre los pies y la superficie que los soporta, está bien documentado en adultos mayores (Kenshalo, 1986; Perret y Reglis, 1970). Se cree que los cambios por envejecimiento, sobre todo en la actividad de los husos musculares y en menor grado en la actividad de los receptores articulares, influyen también en el control ortostático (Blaszczyk, Hansen y Lowe, 1993; Thelen, Brockmiller, Ashton-Miller, Schultz y Alexander, 1998). Como se mencionó con anterioridad, los propioceptores musculares y articulares nos aportan información sobre la posición estática y cambiante de nuestras articulaciones en el espacio, y por tanto, son importantes para un equilibrio y movilidad óptimos.
Figura 1.4. La visión normal puede resultar afectada negativamente por enfermedades como glaucoma, cataratas o degeneración macular por envejecimiento. Por cortesía del National Eye Institute, National Institutes of Health.
Cambios en el sistema vestibular por envejecimiento
Cilios sensoriales. Sensores biológicos presentes en el sistema vestibular que se deforman (arquean) mecánicamente cuando la cabeza se mueve, generando impulsos neurales.
Reflejo vestibuloocular (RVO). Reflejo responsable de girar los ojos en una dirección igual u opuesta a la dirección del movimiento de la cabeza.
Hacia los 30 años de edad se inicia una reducción gradual de la densidad de cilios sensoriales en el sistema vestibular, la cual progresa en la edad adulta. Estos cilios sensoriales actúan de sensores biológicos del movimiento de la cabeza. Por tanto, cualquier reducción significativa en su número merma nuestra sensibilidad a los movimientos de la cabeza y provoca un aumento del balanceo del cuerpo, sobre todo cuando ya no disponemos de la vista y se distorsiona la información del sistema somatosensorial. También se ha apreciado una reducción moderada del reflejo vestibuloocular (RVO) con el envejecimiento. Como este reflejo nos ayuda a estabilizar la visión cuando movemos la cabeza con rapidez en el espacio, cualquier alteración del RVO afecta la capacidad para determinar con precisión si es el mundo o nosotros quien se mueve en ciertas situaciones.
Además de ayudarnos a alinear correctamente la cabeza y el cuerpo frente a la fuerza de la gravedad, el sistema vestibular es vital para el equilibrio en ausencia de información sensorial visual o cuando la información de los sistemas visual y somatosensorial se distorsiona o entra en conflicto. Por ejemplo, dependemos mucho del sistema vestibular para el equilibrio cuando nos movemos en la oscuridad o por una superficie blanda o inestable. El sistema vestibular también ayuda a resolver el conflicto que con frecuencia surge entre los sistemas sensoriales cuando nos encontramos en contextos visuales complejos (p. ej., centros comerciales atestados, tráfico en la autopista). Por ejemplo, ¿cuántas veces has echado el freno de mano con el coche parado creyendo erróneamente que tu coche se movía hacia atrás? Lo que ha ocurrido en realidad es que el coche situado justo delante del tuyo ha empezado a moverse hacia delante y ha engañado tu sistema visual haciéndote pensar que eras tú quien se movía, pese a que los sistemas somatosensorial y vestibular te dijeran que estabas parado.
El sistema vestibular es vital para el equilibrio en ausencia de información sensorial del sistema visual, o cuando la información de los sistemas visual y somatosensorial entra en conflicto o se distorsiona.
Los adultos mayores que ya experimentan problemas de equilibrio suelen comentar lo poco que les gusta acudir