Equilibrio y movilidad con personas mayores. Debra J. Rose
profundidad.
7. El papel primario de los propioceptores es informarnos sobre:
a. La posición de la cabeza y el cuerpo en el espacio.
b. El panorama visual exterior.
c. La posición cambiante de las articulaciones en el espacio.
d. La tensión cambiante de los músculos mientras se mueven.
e. El tipo de superficie sobre la que pisamos.
8. El papel primario del reflejo vestibuloocular es:
a. Estabilizar la cabeza cuando se mueven los ojos.
b. Estabilizar el cuerpo cuando se mueve la cabeza.
c. Estabilizar los ojos cuando se mueve la cabeza.
d. Estabilizar el cuerpo cuando se mueven los pies.
e. Forzar la cabeza y los ojos a moverse en la misma dirección.
9. Surge una situación de conflicto sensorial cuando:
a. Los sistemas visual, somatosensorial y vestibular aportan la misma información.
b. La información aportada por uno o más sistemas sensoriales no concuerda con los otros sistemas sensoriales.
c. La información aportada por el sistema motor no concuerda con la información de los sistemas sensoriales.
d. El sistema vestibular no funciona correctamente.
e. No se dispone de la percepción de la vista.
10. La pérdida del control ortostático anticipatorio que acompaña al envejecimiento probablemente se deba a:
a. Una reducción de la fuerza muscular.
b. Una alteración cognitiva.
c. Un declive de la velocidad de procesamiento central.
d. Una alteración de la memoria.
e. Una mejora del control ortostático reactivo.
PROBLEMAS PRÁCTICOS
Esta serie de actividades estimulantes tiene por objeto que comprendas mejor los cambios debidos al envejecimiento en los múltiples sistemas del cuerpo, y que probablemente afecten el equilibrio y la movilidad. Necesitarás el siguiente material para completar esta serie de actividades: gafas, vaselina, cinta adhesiva negra, cinta atlética, guantes, zapatos rellenos de gomaespuma, bolas de algodón o tapones para los oídos, y macarrones secos. Aunque puedas practicar esta actividad solo, es mejor hacerlo con un compañero por motivos de seguridad. Tras haber practicado todas las alteraciones que describimos a continuación, trata de sortear un obstáculo e intenta seguir una serie de instrucciones visuales y verbales de tu compañero como si estuvieras en el gimnasio del centro médico.
1. Extiende vaselina sobre unas gafas para que la visión sea borrosa. Esto reproduce los cambios por envejecimiento en la agudeza visual y también simula afecciones como degeneración macular y cataratas.
2. Elimina las regiones periféricas de las gafas con cinta adhesiva negra para reproducir la pérdida de campo visual o glaucoma.
3. Inserta bolas de algodón o tapones para los oídos y trata de seguir una serie de órdenes verbales dichas en voz baja por tu compañero.
4. Mete macarrones secos en los zapatos para simular el malestar asociado con la artritis.
5. Emplea la cinta atlética para reducir el grado de movilidad de las articulaciones clave (p. ej., tobillos, rodillas y caderas). Practica actividades de levantarte en sedestación, caminar y sortear obstáculos.
6. Ata una banda elástica a tus tobillos para reducir la zancada y la base de sustentación.
7. Cálzate un par de zapatos rellenos de gomaespuma para simular la pérdida de sensibilidad en los pies.
Una vez que hayas probado a moverte por la habitación con alguna alteración propia del envejecimiento, combina varias deficiencias (p. ej., 1 y 3, ó 1, 2 y 4) para comprender mejor la forma en que los cambios en múltiples sistemas influyen en el equilibrio y la movilidad. Escribe lo que piensas cuando hayas acabado todas las actividades enumeradas.
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¿Por qué tantos adultos sufren caídas?
Objetivos
Después de completar este capítulo, sabrás:
• Identificar los factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos que contribuyen a que los adultos mayores sufran caídas.
• Describir los signos y síntomas asociados con enfermedades geriátricas habituales.
• Entender y modificar las actividades para el equilibrio y la movilidad que estén contraindicadas o que puedan exacerbar los síntomas de una enfermedad.
• Identificar categorías de medicamentos cuyos efectos secundarios afecten negativamente el equilibrio y la movilidad.
• Identificar áreas del hogar y su entorno que aumenten el riesgo de caídas.
• Comprender mejor los factores de riesgo intrínsecos que pueden eliminarse o reducirse mediante un programa de ejercicios específicos.
Por cortesía de Debra J. Rose
Las caídas son habituales en los adultos mayores, y, con frecuencia, dan lugar a lesiones y traumas psicológicos. A nivel nacional, las caídas también generan tasas elevadas de morbilidad y mortalidad. De hecho, las caídas son la primera causa de lesiones no mortales que requieren atención médica en Estados Unidos (Adams, Dey y Vickerie, 2007). Las caídas también salen muy caras. Por ejemplo, el monto total de las lesiones asociadas con caídas en Estados Unidos fue 27,3 mil millones de dólares en 1994; se espera que esta cifra aumente hasta 43,8 mil millones de dólares en 2020. La tasa de lesiones por caídas aumenta con la edad y es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Los adultos mayores con ciertas enfermedades crónicas y limitaciones en sus actividades también presentan tasas más altas de lesiones por caídas en comparación con adultos mayores sin estas afecciones (Schiller, Kramarow y Dey, 2007). Se han atribuido muchas causas posibles a la elevada tasa de caídas en los adultos mayores, y se han identificado varios factores de riesgo durante la última década. En este capítulo se distinguen y explican con gran detalle cuatro categorías de estos factores de riesgo. A pesar de lo poco esperanzadoras que a primera vista parecen estas estadísticas, lo bueno es que muchas caídas pueden prevenirse. Los programas de concienciación, combinados a menudo con inspecciones y modificaciones del domicilio, y las intervenciones con ejercicios han tenido un efecto positivo sobre las tasas de incidencia de caídas en los adultos mayores (Chang y otros, 2004; Gillespie y otros, 2009).
Para que estés mejor preparado como profesor de equilibrio y movilidad, en este capítulo exponemos los distintos factores de riesgo, intrínsecos y extrínsecos, que se han asociado con el aumento del riesgo de caídas en los ancianos. También presentamos varias estrategias que, en tu papel de profesor, puedes aplicar para que los clientes sean más conscientes de la necesidad de potenciar la seguridad de sus hogares al tiempo que mejoran su habilidad física, en especial, las áreas del equilibrio y la movilidad. Como resultado de la adquisición de conocimientos en esta área, estarás más capacitado para identificar los factores de riesgo específicos que presentan tus clientes. Estos conocimientos también te ayudarán a desarrollar un plan individualizado de ejercicios que mejore los factores de riesgo específicos que hayas identificado.
Múltiples factores causan las caídas
En primer lugar, no todos los adultos mayores se caen por la misma razón. De hecho, multitud de razones y factores contribuyen al aumento de las tasas de caídas en los adultos mayores.