Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento- Daniel. Carl Friedrich Keil

Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento- Daniel - Carl Friedrich Keil


Скачать книгу
Elementi grammaticali del Caldeo biblico e del dialetto talmudico babilonese, Padova 1865, p. 80, que ofrece el primer intento de presentar las peculiaridades gramaticales del caldeo bíblico, a diferencia del dialecto babilónico-talmúdico).

      Por su parte, awhl se encuentra solo una ve en el Targ. Jon. Ex 22, 24, y quizá también en el Targum de Jerusalén, Ex 10, 28. La importancia de este fenómeno lingüístico para determinar la cuestión de la fecha de origen de ambos libros ha sido ya reconocida por J. D. Michaelis (Gram. Chal. p. 25), que ha observado sobre eso que “ex his similibus que Danielis et Ezrae hebraismis, qui his libris peculiares sunt, intelliges, utrumque librum eo tempore scriptum fuisse, quo recens adhuc vernacula sua admiscentibus Hebraeis lingua Chaldaica; non seriore tempore confictum. In Targumim enim, antiquissimis etiam, plerumque frustra hos hebraismos quaesieris, in Daniele et Ezra ubique obvios”. (Estas semejanzas de Daniel y Esdras, al admitir elementos hebreos en la lengua caldea, puedes advertir que esos libros no han sido escritos en un tiempo posterior. Pues en los Targumim, incluso en los más antiguos en vano buscarás ya esos hebraísmos, que en Daniel y Esdras son obvios.

      11. Sin mencionar el nombre de dignidad hxP, utilizado en el período asirio, y los dos nombres propios: znPva (Dan 1, 3) y $wyra (Dan 2, 14; cf. Gen 14, 1. 9). En este libro encontramos las siguientes palabras de origen ario: azDa (Dan 2, 5. 8), derivada del viejo persa âzandâ, que se encuentra en las inscripciones de Bisutun y Nakhschi-Rustam, con el significado de ciencia, conocimiento; nydbrG, Dan 3, 2-3, y rBzg, ןyrbZG, Es 1, 8; 7, 21, del antiguo persa rBzG gada o gãnda, en zend. gaza o ganga, de donde viene gadȧbara, tesorero, la forma persa antigua, mientras que rBzg corresponde al zend. gaza-bara; rbtD, Dan 3, 2-3, antiguo persa y zend, dâta-bara (nuevo persa dâtavar), alguien que entiende la ley, un juez; ~Dh (ןymDh, Dan 2, 5; 3, 29), del persa antiguo handâm, cuerpo organizado, miembro, (μελος); gBtP, comida costosa, Dan 1, 5. 8. 13. 15 y 11, 26, del antiguo persa pati-baga, zend paiti-bagha, sanscrito prati-bhâga, comida escogida, “una mezcla de pequeños alimentos como frutos, flores etc. que se le ofrecían cada día al rajah, para el gasto de la casa; ~GtP, Dan 3, 16; 4, 14. 17; Es 5, 7; 6, 11, del viejo persa pati-gama, un mensaje un mandato; ~ymTrP, Dan 1, 3; Est 1, 3; 6, 9, alguien que es distinguido, un noble, en pehlevi, pardom, en sánscrito prathama, el primero; y la palabra hasta ahora no explicada rclm, Dan 1, 11. 16, y hBzbn, Dan 2,6, y finalmente azwrK, un pregonero, un heraldo (Dan 3, 4), en el viejo persa khresii, pregonero, de donde viene el verbo zrK, Dan 5, 29, en caldeo y siríaco con un sentido semejante al del griego κηρύσσειν.

      12. Así Daniel utiliza solo los sufijos plurales (ןwk ןwh ןkwl ןwhl) mientras que en Esdras las formas ~k y ~h se intercambian con ןwk y ןwh, de tal manera que ןwh se utiliza quince veces, ~wh diez, ןwk once y ןwh cinco veces. Las formas con ~, utilizadas por Esdras y también por Jeremías (cf. Jer 10,11) prevalecen en el Targum. Más aún, Daniel es el único que tiene ןwMh (Dan 2, 34-35; 3, 22); por el contrario, Esdras tiene la forma abreviada de wMh (Es 4.10. 23; 5, 5. 11 etc.). Daniel tiene ןdK (Dan 2,31; 7.20-21), Esdras tiene %d (Es 4, 13. 15.18.21; 5, 8), Daniel ןwly (Dan 2,5), Esdras ןwlW (Es 6, 11); Daniel aYrbdG (Dan 3, 2), Esdras rBzG (Es 1, 8; 7, 21).

      13. Chr. B. Michaelis resume así las analogías entre los acontecimientos de la vida de José y los de Daniel: Uterque in peregrinam delatus terram, uterque felix somniorum interpres, uterque familiae ac populi sui stator, uterque summorum principum administer, uterque sapientum sui loci supremus antistes (Ambos viven en una tierra extranjera, ambos son buenos intérpretes de sueños, ambos defensores de su familia y de su pueblo, ambos son administradores de sus príncipes supremos, ambos son gobernantes significativos del lugar en que viven).

      14. Esto puede decirse también de otros apocalipsis proféticos del judaísmo, que aquí no tenemos necesidad de considerar de un modo especial, porque esos apocalipsis (como se reconoce en general) surgieron en un tiempo mucho más tardío, y no entran, por tanto, en las discusiones relacionadas con la autenticidad del libro de Daniel.

      15. El Deuteronomio, al que Bleek y otros citan junto al libro del Qohelet, no puede por tanto ser tomado en consideración como capaz de ofrecer una prueba de analogía en este tema, pues la suposición de que este libro no es genuino (es decir, no ha sido compuesto por Moisés) no está mejor fundada que la supuesta no autenticidad del libro de Daniel.

      INTRODUCCIÓN AL LIBRO

      Cuando Nabucodonosor asedió por primera vez a Jerusalén no solo se llevó los vasos sagrados del templo, sino que mandó también que llevaran a Babilonia a varios jóvenes israelitas, para servir en su corte, en la que ellos entrarían una vez que se completara su educación. Esta narración habla de jóvenes de noble linaje, entre los que se hallaba Daniel, que fueran llevados a Babilonia, siendo allí educados en la ciencia y sabiduría de los caldeos.

      Esta narración pone de relieve la firme adhesión de Daniel y de sus tres amigos a la religión de sus padres y forma la introducción histórica del libro que sigue. Ella muestra la manera en que Daniel alcanzo el lugar de influencia que él obtuvo, un lugar que fue determinado para él de acuerdo con el consejo divino, durante el exilio de Babilonia para preservación y desarrollo del Reino de Dios del Antiguo Testamento. Este capítulo concluye (Dan 1, 21) con la observación de que Daniel ocupó este lugar hasta los días de Ciro.

      1, 1-2

      aB'ä hd"_Why>-%l,m,( ~yqIåy"Ahy> tWkßl.m;l. vAlêv' tn:åv.Bi 1

      `h'yl,([' rc;Y"ïw: ~Øil;Þv'Wry> lb,²B'-%l,m,( rC:ôan<d>k;Wbn>

      ~yhiêl{a/h'(-tybe yleäK. ‘tc'q.miW hd"ªWhy>-%l,m,( ~yqIåy"Ahy>-ta, Adøy"B. yn"“doa] •!TeYIw: 2

      `wyh'(l{a/ rc:ïAa tyBeÞ aybiêhe ~yliäKeh;-ta,w> wyh'_l{a/ tyBeä r["ßn>vi-#r<a,( ~aeîybiy>w:

      1En el tercer año del reinado de Joaquim rey de Judá, Nabucodonosor rey de Babilonia fue a Jerusalén, y la sitió. 2 El Señor entregó en su mano a Joaquim rey de Judá y parte de los utensilios de la casa de Dios. Los trajo a la tierra de Senaar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en el tesoro de su dios.

      De la expedición de Nabucodonosor contra Jerusalén trata el libro segundo de los Reyes (2 Rey 24,1): “En aquellos días subió Nabucodonosor, rey de Babilonia, y Joaquim fue su vasallo durante tres años. Luego cambió de parecer y se rebeló contra él”. Y también se dice en el segundo libro de las Crónicas (2 Cron 36, 6-7): Entonces Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra él y lo ató con cadenas de bronce para llevarlo a Babilonia. Nabucodonosor también llevó a Babilonia algunos utensilios de la casa de Jehovah, y los puso en su palacio en Babilonia”.

      Estos dos textos (de 2 Rey y de 2 Cron) se refieren a la misma expedición de Nabucodonosor contra Joaquim, aquí mencionada, no solo por la concordancia entre Crónicas y Dan 1, 2, es decir, que Nabucodonosor tomó una parte de los vasos sagrados del templo y los llevó a Babilonia, donde los puso en el templo (palacio) de su Dios, sino también por la circunstancia de que, fuera de toda duda, durante el reinado de Joaquim no hubo un segundo asedio de Jerusalén por Nabucodonosor.

      Ciertamente, es verdad que cuando Joaquim rompió el yugo al final de una sujeción de tres años, Nabucodonosor envió partidas de caldeos, arameos, moabitas y amonitas, en contra de él, con la finalidad de someterle de nuevo, pero Jerusalén no fue asediada de nuevo por estas partidas hasta la muerte de Joaquim.

      Solo cuando su hijo Joaquim subió al trono, los siervos de Nabucodonosor vinieron de nuevo contra Jerusalén y la sitiaron. Entonces, durante el asedio el mismo Nabucodonosor se presentó y Joaquín se rindió ante él, y fue entonces cuando los principales del reino, con el grueso de la población de Jerusalén y de Judá, con los tesoros del palacio real y del templo, fueron llevados a Babilonia (2 Rey 24, 2-16).

      Sin embargo, en ningún lugar (ni en el libro de los Reyes ni en Crónicas) se fija el año en que Nabucodonosor, durante el reinado de Joaquim, tomó Jerusalén por primera vez y llevó parte de los tesoros del templo a Babilonia, pero esa fecha


Скачать книгу