Yoga y medicina. Timothy McCall
o frase, se basa directamente en la Meditación Trascendental, un tipo de meditación mantra del yoga, aunque otras herramientas del yoga como la asana y la pranayama pueden cambiar el equilibrio del sistema nervioso simpático del mismo modo. La medicina convencional cada vez reconoce más el papel del estrés en una amplia variedad de problemas médicos –no sólo los obvios como las migrañas y el insomnio– como trataremos en el capítulo 3.
21. Mejora la función del sistema nervioso. Si dijéramos que el yoga relaja el sistema nervioso, nos quedaríamos cortos. Muchas prácticas del yoga, como las extensiones y las técnicas fuertes de pranayamas, estimulan de forma activa el sistema nervioso simpático, de modo que los beneficios del yoga no pueden reducirse sólo a la relajación. Lo que queremos es un sistema nervioso autónomo que sea capaz de responder al estrés que nos da la vida, que cambie la activación relativa del sistema nervioso parasimpático y del simpático conforme a nuestras necesidades. Yo creo que el yoga, con una combinación de prácticas de estimulación y relajación, prepara el sistema nervioso para aportarle esta flexibilidad. Los investigadores analizan la función del sistema nervioso autónomo observando factores como lo bien que siente y se ajusta el cuerpo a los cambios de posición del mismo (sensibilidad barorreceptora) y si el corazón mantiene una variación saludable aunque sutil en su ritmo (variabilidad del ritmo cardíaco). El yoga parece mejorar ambas medidas.
Herramienta del yoga: CANTOS. Un estudio realizado por el investigador italiano Luciano Bernardi y sus compañeros publicado en la British Medical Journal descubrió que los cantos podían tener profundos efectos sobre el sistema nervioso. Compararon los efectos de los cantos de los mantras del yoga o el Ave María, que normalmente es uno por cada cuenta de un rosario. El rosario lo introdujeron los europeos al volver de las Cruzadas; lo aprendieron de los árabes, que lo habían conocido gracias a los yoghis indios y tibetanos. En el yoga se llaman mala, y se llama japa a cuando se recita un mantra por cada cuenta agarrándola con los dedos. Los investigadores descubrieron que les llevaba unos diez segundos recitar cada uno, incluida la inspiración de entremedias, con lo que se respiraba a un ritmo de seis veces por minuto. Este ritmo parece tener efectos relajantes y potentes en el cuerpo. También se observaron mejoras en dos medidas de la salud del sistema nervioso: sensibilidad barorrefleja y variabilidad del ritmo cardíaco. Los hallazgos anormales de estas dos medidas concuerdan con un mal pronóstico para mucha gente con enfermedades cardíacas. Los cantos suelen aumentar la longitud de la espiración en relación con la inspiración, lo cual calma el sistema nervioso. Otros estudios sugieren que las vibraciones generadas en la cabeza con los cantos, como cuando se canta un Om, ayudan a mantener abiertas las cavidades.
22. Mejora la función cerebral. Está demostrado que el yoga mejora la coordinación, el tiempo de reacción, la memoria y otras medidas para el funcionamiento eficaz del cerebro. Cuando se estudia yoga, se aprenden formas completamente nuevas de mover el cuerpo y se coordinan diferentes acciones simultáneamente. Además de toda la variedad de asanas, existen técnicas de respiración, visualizaciones, mantras y diferentes tipos de meditación. Cada una de estas actividades hace que el cerebro cree nuevas sinapsis, conexiones entre las neuronas. Los científicos ahora creen que seguir aprendiendo cosas nuevas a edad avanzada es la clave para aumentar la neuroplasticidad y mantener la función cerebral. El yoga también nos enseña a centrar nuestra atención.
23. Activa el córtex prefrontal izquierdo. Con un sofisticado tipo de escáner cerebral llamado IRMf (imágenes de resonancia magnética funcional), Richard Davidson descubrió que el córtex prefrontal izquierdo muestra una mayor actividad en gente que medita, un hallazgo que se relaciona con mayores niveles de felicidad, una mejor función inmune, más flexibilidad en las opiniones y un temperamento más difícil de alterar. La activación más drástica que el Dr. Davidson observó fue en un occidental entrenado como un monje tibetano. La tranquilidad en la conducta y la paz que se observa en los ojos de algunos maestros espirituales parecen tener cierta relación fisiológica con el cerebro.
24. Modifica los niveles de neurotransmisores. Un estudio realizado en la Universidad Benares Hindu reflejó que entre tres y seis meses de práctica del yoga disminuían la depresión. La práctica constaba de posturas de relajación, inversiones y otras asanas, pranayamas y meditación. El grupo de yoga y el grupo de comparación tratado con antidepresivos mostraron mejoras similares en los niveles de neurotransmisores y ambos experimentaron un aumento significativo de los niveles de serotonina y un descenso en los niveles de cortisol y monoamina oxidasa. Estos cambios ayudan a mejorar el humor.
25. Disminuye los niveles de la hormona del estrés cortisol. Las glándulas adrenales secretan la hormona del estrés cortisol en respuesta a una crisis aguda. Cuando la gente sufre estrés con regularidad, sus niveles de cortisol pueden ser crónicamente elevados. Como detallaremos en el capítulo 3, los niveles persistentemente elevados de cortisol pueden tener efectos adversos sobre el sistema inmune, el peso del cuerpo y la memoria.
26. Disminuye el azúcar en la sangre. Se ha descubierto que el yoga disminuye el azúcar en sangre en ayunas en personas con diabetes, así como los niveles de hemoglobina A1c, una medida de control del azúcar en sangre a más largo plazo. El efecto puede deberse en parte a la disminución de los niveles de cortisol y adrenalina. Unos niveles más altos de azúcar aumentan el riesgo de sufrir complicaciones comunes en la diabetes como ataques al corazón, insuficiencia renal y ceguera. El yoga también puede ayudar a disminuir los niveles de azúcar en sangre a través de la pérdida de peso y parece que mejora la sensibilidad a los efectos de la insulina.
27. Disminuye la presión arterial. La hipertensión contribuye a muchos problemas médicos como los ataques al corazón, la insuficiencia renal y los infartos. La activación de la respuesta al estrés eleva la presión arterial a través de mecanismos como la compresión de las arterias, la acumulación de sal y fluidos y el aumento de la fuerza contráctil del músculo del corazón. El ejercicio y la pérdida de peso que suelen acompañar a la práctica regular de yoga también tienden a reducir de forma independiente la presión arterial. La relajación del yoga, en particular, parece ser efectiva, como veremos en el capítulo 20.
28. Mejora los niveles de colesterol y triglicéridos. Numerosos estudios han documentado la capacidad del yoga para disminuir los niveles de grasa en la sangre, incluidos el LDL (llamado colesterol malo) y los triglicéridos, los cuales se asocian con muchos problemas de salud como los ataques cardíacos y la pancreatitis. Algunos mecanismos pueden ponerse en funcionamiento en el trabajo. La conocida capacidad del yoga para aliviar el estrés, para algunos, puede invertir la tendencia del estrés a subir los niveles de colesterol y reducir el índice de colesterol HDL (el colesterol bueno). La pérdida de peso y el acondicionamiento que marcan la práctica regular de yoga tienden a disminuir los niveles de triglicéridos y aumentar el HDL, el cual nos protege de sufrir ataques al corazón actuando como un recolector de grasa dentro del torrente sanguíneo.
29. Diluye la sangre. Lo que finalmente precipita los ataques al corazón y los infartos, dos de las tres causas principales de muerte en el mundo industrial moderno, es la coagulación de la sangre. Los trombos se forman cuando miles de plaquetas microscópicas se juntan y tienden a alojarse en las arterias ya estrechadas por las placas de grasa de la aterosclerosis. El aumento de coagulación de la sangre incrementa las probabilidades de supervivencia si somos atacados por un animal o nos disparan una flecha, pero, en el mundo moderno, la mayoría de las flechas son psicológicas, así que no es nada útil tener la sangre espesa. El yoga reduce la tendencia de las plaquetas a agruparse en coágulos, además de rebajar el nivel de fibrinógeno y mejorar la descomposición de la fibrina, dos proteínas que ayudan a la coagulación.
30. Mejora la función intestinal. El estrés puede causar problemas intestinales, desde úlceras hasta el síndrome del colon irritable. Quizá el signo más universal de que el estrés afecta a los intestinos sean las “mariposas” que uno siente cuando está nervioso. El estrés puede producir estreñimiento o