Yoga y medicina. Timothy McCall
así, ser conscientes de los riesgos potenciales y tener un plan para limitar la exposición cuando sea posible puede reducir el daño.
Cada vez hay más indicios de que los pesticidas, los herbicidas, los fungicidas y otras biotoxinas que se encuentran en alimentos cultivados comercialmente pueden poner en peligro la salud. Estamos expuestos a estos químicos, no sólo al comer alimentos contaminados, sino también al trabajar en el jardín, al andar sobre césped e incluso al respirar. Una perspectiva del yoga sugeriría que el daño potencial a la salud del hombre de estos agentes contaminantes probablemente haya sido subestimado. La ciencia reduccionista normalmente estudia sólo los efectos que cada cosa provoca en un momento concreto. Pero al evaluar los efectos de un único pesticida o toxina –si acaso se estudian–, los científicos pasan por alto el factor crucial de los efectos acumulados e incluso multiplicativos de las exposiciones múltiples a cientos de químicos diferentes. Cuando se entiende la intensidad de las conexiones entre las diferentes formas de vida en los ecosistemas y las similitudes entre los sistemas biológicos de nuestros cuerpos y los de los insectos contra los que se dirigen, la idea de que algo lo suficientemente fuerte como para exterminar a los insectos no tendrá, en modo alguno, efecto sobre nosotros parece poco probable.
El yoga propone que se mire más allá de los efectos que la dieta tiene sobre la salud y el estado mental y que se piense en las implicaciones en el karma. El karma a veces se define como “lo que va, vuelve”. La Biblia advierte de forma parecida que uno recoge lo que siembra. Al margen de los efectos sobre la salud de los pesticidas, no hay duda de que estos químicos envenenan a los agri-cultores, contaminan el agua del suelo y pueden dañar a otros seres de maneras complejas que son casi imposibles de evaluar íntegramente. Los fundamentos del yoga indican que la compra de productos orgánicos ayudará a hacer del mundo un sitio mejor del que disfrutar uno mismo y el resto. Del mismo modo, si comes carne o productos lácteos, trata de elegir los derivados de animales criados de forma respetuosa.
La contaminación del aire es otro factor que afecta a la salud. Los agentes contaminantes externos, como el smog (niebla tóxica), el ozono y los gases de los tubos de escape, se relacionan con la aparición de diversos problemas de salud, aunque a menudo el mayor riesgo reside en el aire tóxico dentro de tu propia casa. La Agencia de Protección Medioambiental calcula que los niveles de diversos agentes contaminantes en el interior normalmente superan de dos a cinco veces los niveles del exterior –y en ocasiones más de cien veces. Esto es especialmente preocupante, ya que muchas personas, en especial si están enfermas, pasan la mayor parte del tiempo en ambientes interiores. Además de incrementar el riesgo de enfermedades como el asma, el cáncer y las enfermedades cardíacas, la contaminación del aire en interiores puede generar una serie de síntomas desagradables, entre ellos, dolores de cabeza, escozor de ojos, náuseas y cansancio. Es irónico, pero los nuevos edificios, más “herméticos”, diseñados para mejorar el aprovechamiento de la energía, presentan los mayores problemas. Reduce el riesgo restringiendo el uso de disolventes, aerosoles y otros químicos en casa y no fumes ni permitas que otros fumen dentro. Los filtros de aire y las plantas de interior pueden eliminar parte de las toxinas del aire.
Herramienta del yoga: NETI KRIYA. Enjuagar las fosas nasales con una solución salina, una antigua kriya del yoga o técnica de limpieza, puede ser útil para reducir el impacto de la contaminación del aire. La palabra kriya, que significa acción o trabajo, tiene varios usos diferentes en el mundo del yoga. Recuerdo que cuando vi por primera vez fotos de la neti kriya pensé que parecía extraño. Ahora lo hago todos los días y me resulta agradable. El Dr. David Rabago y sus compañeros de la Universidad de Wisconsin han realizado varios estudios sobre la neti kriya. Descubrieron que muchos pacientes al principio tienen miedo pero, si se les enseña correctamente, descubren que la neti kriya mejora su calidad de vida y reduce los síntomas de sinusitis. Yo padezco alergias nasales, por lo que es algo que me va muy bien, aunque también es muy útil si se sufre asma o dolores de cabeza causados por sinusitis. Si se practica utilizando una pequeña jarra cerámica con un pitorro estrecho (figura 4.1), la neti kriya ayuda a eliminar algunas toxinas antes de que el sistema las absorba. Limpiar las fosas nasales con salino puede ayudar a eliminar agentes contaminantes, virus del resfriado, las sustancias que causan alergias como el polen y otros elementos que entran en la nariz. Si estás resfriado, si los niveles de polen están altos o si vives o trabajas en una zona con mucha contaminación, puede ser inteligente usar la lota más de una vez al día.
Ahora explicaré cómo se realiza la neti kriya. En primer lugar, prepara la solución de agua salada. Con más o menos sal en el agua, la solución puede introducirse en las fosas nasales. Intenta una salinidad parecida a la de las lágrimas. Normalmente esto supone usar un cuarto de una cucharilla de sal no yodada por cada 230 gramos de agua templada (no caliente). Las concentraciones de sal más altas –que pueden eliminar de forma más eficaz la suciedad– se toleran bien si el fluido se rebaja con una pizca de bicarbonato sódico. Con la cabeza inclinada hacia un lado, echa el líquido de la lota en el orificio nasal que queda arriba. Después de pasar por ese orificio, el líquido sale por el inferior. Puedes repetirlo una o dos veces en cada lado. Respira por la boca todo el rato. Después, límpiate la nariz suavemente –o si conoces la respiración kapalabhati (ver capítulo 16), hazla un par de veces– para expulsar el exceso de fluidos de las fosas nasales. ¿Sientes que puedes respirar con más facilidad? Si estás acostumbrado a meditar o hacer pranayamas, puedes intentar la neti kriya antes de tu próxima sesión para ver si añade algún matiz al ejercicio.
Figura 4.1
Como la limpieza continuada de las fosas nasales con agua salada puede secar la nariz, el doctor ayurvédico John Douillard recomienda que se utilice un palillo de algodón para aplicar regularmente un poco de aceite de sésamo caliente, preferiblemente orgánico y prensado en frío, en el borde de ambos orificios. Después de ponértelo, inspira un par de veces rápida y profundamente hasta que puedas saborear el aceite en la parte posterior de la garganta. Esto es especialmente útil en otoño y primavera, cuando el aire es seco.
YOGA Y AYURVEDA
En la antigua India, el yoga no se consideraba por sí solo una modalidad terapéutica. Éste era el terreno de la ciencia gemela del yoga, el ayurveda. Desde una perspectiva del ayurveda, la gente tiene constituciones diferentes que influyen en la elección de los tratamientos, incluidas la dieta, las hierbas, las diversas técnicas de purificación y las prácticas del yoga como