Yoga y medicina. Timothy McCall

Yoga y medicina - Timothy  McCall


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pero si practicas la concentración, la meditación puede aparecer de forma espontánea. Es decir, dirigir la atención hacia dentro tiene beneficios valiosos que se pueden medir sobre la salud, incluso aunque desde un punto de vista técnico no se alcance la meditación real.

      8. Samadhi. Éxtasis. Los expertos en yoga difieren en sus definiciones de samadhi (sah-MAHdee). Algunos sienten que es algo que puede sentirse, aunque fugazmente, en una asana y pranayama, y hasta en el curso de la vida diaria, mientras que otros consideran que es el pináculo del yoga, experimentado sólo por los maestros. A veces se dice que si se pueden seguir veinte respiraciones de principio a fin sin interrumpir los pensamientos se alcanza el samadhi. Como probablemente hayas experimentado, seguir una sola respiración con absoluta atención y sin que otros pensamientos la interrumpan no es fácil.

      Además de estas ocho ramas, existen otras herramientas del yoga que pueden emplearse en la meditación. Se tratarán a lo largo de este libro.

       OTRAS HERRAMIENTAS DEL YOGA

      Cantos del mantra

      Gestos del yoga (Mudra)

      Cerraduras energéticas (Bandha)

      Dirección de la mirada (Drishti)

      Diseños geométricos (Yantra)

      Ejercicios de purificación (Kriya)

      Servicio desinteresado (Karma Yoga)

      Devoción (Bhakti Yoga)

      Imaginería

      Dieta

      Hierbas

      Comunidad (Sangha)

      Accesorios como esterillas, mantas y bloques

      Ajustes y asistencia personal

      Rituales

      Filosofía del yoga (Jnana Yoga)

      Intención (Sankalpa)

      Fe

      Existen cientos de herramientas del yoga diferentes. Por lo tanto, hay cientos de asanas diferentes. Las diversas herramientas tienen diferentes efectos y pueden combinarse en un número ilimitado de formas. Los diferentes estilos del yoga y los diferentes profesores varían en su uso de las herramientas, la forma de enseñarlas y cómo se combinan las diversas herramientas.

      El yoga como medicina frente a las clases de yoga

      No es lo mismo seguir una terapia de yoga que asistir a una clase de yoga. En realidad, si se tiene un grave problema médico y se escoge una clase de yoga al azar, se puede acabar peor de lo que se empezó. Las distinciones entre los estilos de yoga y los niveles de conocimiento entre los profesores de yoga han desaparecido para mucha gente, incluidos muchos médicos, lo cual puede ser un problema. Por ejemplo, un médico que haya leído el extenso estudio de Marian Garfinkel sobre los efectos del yoga en el síndrome del túnel carpiano en la Journal of the American Medical Association y sugiera que un paciente pruebe una clase de yoga puede hacerle más mal que bien. En muchas clases de yoga, los alumnos hacen multitud de repeticiones de la secuencia de la postura conocida como saludo al Sol. En muchos puntos de esta postura, se mantiene gran parte del peso del cuerpo sobre las manos con las muñecas dobladas; no es una buena idea si se sufre el síndrome del túnel carpiano.

      En su estudio, Garfinkel, la gran experta con años de entrenamiento, escogía cuidadosamente las posturas de yoga empleadas y, en función de cómo se respondía, modificaba el protocolo para cada individuo. Al elegir el régimen, evitó muchas posturas que podrían hacer empeorar el síndrome del túnel carpiano o las modificaba para hacerlas más seguras (figuras 1.5a y 1.5b).

      De algún modo, el yoga terapéutico puede ser más parecido a una cita con un fisioterapeuta o un especialista en rehabilitación que a una clase de yoga, y, como tal, ha de dirigirla alguien con mucha experiencia. Es probable que un profesor de yoga normal de un club de salud, en los que la mayoría de los estadounidenses van a clase, no sepa lo suficiente para enseñar bien yoga terapéutico, especialmente en un grupo. Incluso algunos profesores de centros dedicados al yoga no saben suficiente sobre las posturas que pueden ser seguras (para más información sobre razones médicas para evitar las prácticas particulares, consulta el capítulo 4 y el apéndice 1, “Cómo evitar lesiones comunes del yoga”, además de los capítulos con cada enfermedad en concreto).

      Para gente con problemas graves, la terapia del yoga se enseña generalmente de uno en uno o en pequeños grupos. Mientras que las clases de yoga general pueden constituir un gran método de medicina preventiva para los que están en forma, muchas son demasiado fuertes para los que tienen una enfermedad seria. Si tienes alguna duda, asegúrate de hablar con el profesor sobre qué técnicas emplea y si tiene experiencia en trabajar con gente con problemas similares. Si tienes una enfermedad y asistes a una clase general, intenta siempre pecar de seguro. Si no estás seguro de si una postura es buena para ti, no la hagas. Y si notas dolor, te mareas, te falta el aliento o sientes algún otro síntoma preocupante, deja la postura y díselo al profesor. Los buenos profesores respetarán tu decisión de parar y te harán alguna sugerencia para modificar la postura de modo que sea segura para ti.

      Postura del perro mirando hacia arriba, que normalmente se enseña como parte del saludo al Sol, como suele realizarse. El peso sobre las muñecas dobladas puede empeorar los síntomas del síndrome del túnel carpiano (figura 1.5a). La misma posición adaptada por Marian Garfinkel en su estudio sobre el síndrome del túnel carpiano. Fíjate en la posición neutra de las muñecas (figura 1.5b).

      El yoga terapéutico suele ser suave y educativo, aunque también puede constituir un desafío. Se centra mucho en la conciencia del cuerpo, y en algunos sistemas para la alineación de la postura, contiene movimientos relacionados con la respiración relajada y rítmica. En mayor medida que en la terapia física, los practicantes del yoga terapéutico aprenden a afinar sus sensaciones sobre sus músculos y articulaciones, así como a experimentar la interioridad de su mente. Otra diferencia es el gran énfasis puesto en la relajación. De hecho, cuando los pacientes están gravemente enfermos, acuden a quimioterapia o se encuentran en un período posoperatorio, toda la práctica puede constar de relajación y respiración hasta que el paciente gana la fuerza suficiente para avanzar.

      El enfoque suele ser personal, diseñado según las necesidades, capacidades y respuestas del individuo, así como las observaciones y contraindicaciones del profesor o terapeuta. Pueden emplearse accesorios como mantas, almohadas y cintas para que las posturas sean más cómodas y seguras, o incluso para modificar las posturas. Cuando los estudiantes comienzan a trabajar con un terapeuta del yoga, se comprometen a practicar en casa, lo cual parece fundamental para la efectividad de la intervención.

      El yoga como tecnología para la transformación de la vida

      Aunque el conocimiento médico avanza constantemente, las bases de lo que sabemos para mantener la salud no han cambiado en los últimos años. Casi todo el mundo sabe que no hay que fumar y que hay que comer muchas frutas, verduras y cereales, hacer ejercicio con regularidad y no dejar que el estrés nos afecte demasiado. La parte difícil no es saber lo que hay que hacer, sino hacerlo.

      Durante mi práctica médica, he visto que casi todos los pacientes que realmente querían hacer valientes esfuerzos tenían problemas para seguir el programa. Cuanto más estudio el yoga, más convencido estoy de que ofrece a los médicos y a las autoridades sanitarias algo que se están perdiendo, un modo de implementar los cambios que la gente quiere conseguir.

      Hace miles de años, los yoghis se dieron cuenta –y


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