Intervención logopédica en transtornos de la voz. Inés Bustos Sánchez

Intervención logopédica en transtornos de la voz - Inés Bustos Sánchez


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de pluma. Su pie se sitúa sobre la glotis, en el interior del tiroides sobre el cual destaca (Figura 6).

      Este conjunto de cartílagos está relacionado con un pequeño hueso: el hueso hioides (Figura 6). En este hueso se inserta un cierto número de músculos que lo unen a la base de la lengua, al suelo de la boca, a la base del cráneo y al velo del paladar, habiendo una estrecha interrelación entre todos ellos.

      El tubo laríngeo está «adornado» interiormente como un pequeño joyero. En este revestimiento encontramos un cierto número de músculos, llamados intrínsecos, y una cobertura mucosa.

      La figura 7 nos permite ver algunos de estos músculos. Su visualización es posible por la retirada del ala tiroidea izquierda, como si la hubieran serrado y quitado.

      Tres grupos de músculos contribuyen a acercar los pliegues vocales:

      – Los interaritenoideos actúan acercando los dos aritenoideos, uno contra el otro, hacia atrás.

      – Los cricoaritenoideos laterales lo hacen hacia adelante, al nivel del proceso vocal.

      – Los tiroaritenoideos se dividen en dos porciones; los tiroaritenoideos medios, llamados también músculos vocales, constituyen el cuerpo de las cuerdas vocales junto con el ligamento que los bordea (Figura 9).

      La segunda porción, los tiroaritenoideos laterales, son más externos que los músculos vocales. Suben formando la pared muscular de las bandas ventriculares sobre la glotis. Éstas tienen un rol importante en la deglución y en la tos, cerrando herméticamente el vestíbulo. Durante la fonación su función es accesoria. Entran en vibración en ciertas técnicas del canto. En patología vocal, aparecen supliendo en ocasiones una deficiencia glótica: es la voz de bandas.

      Figura 8: armadura de la laringe y de las cuerdas vocales.

      En cierta medida, todos estos músculos contribuyen a aumentar la rigidez de los pliegues vocales, exceptuando los interaritenoideos.

      Sólo los músculos cricoaritenoideos posteriores actúan abriendo la glotis.

      Los músculos cricotiroideos hacen bascular el tiroides sobre el cricoides, lo que tiene como efecto el aumento de la tensión longitudinal de las cuerdas vocales. Por ello también se los conoce como músculos tensores (Figura 9).

      La contracción de los cricotiroideos hace bascular el tiroides sobre el cricoides, lo que tiene como efecto el alejamiento de la inserción de las cuerdas hacia adelante, es decir, las tensa. Cabe resaltar que el músculo vocal y el tensor son antagonistas, lo que significa que sus acciones se contrarían. Se debe recordar este punto para comprender la cuestión de los mecanismos de emisión.

      Para comprender mejor cómo funciona el vibrador laríngeo, es preciso profundizar en el conocimiento de la estructura de los pliegues vocales.

      Cerrada sobre sí misma, la laringe revela difícilmente su estructura interna. Ésta se puede apreciar en los cortes anatómicos, particularmente el corte frontal, es decir, vertical y transversal (Figura 10).

      En la parte baja de la laringe, el conducto aéreo se estrecha progresivamente formando el cono elástico. A nivel del plano glótico, se aprecia que el aspecto de las cuerdas es el de dos repliegues de la pared. Por ello se los denomina pliegues vocales en la terminología actual.

      Sobre la glotis, la pared forma en cada lado una invaginación llamada ventrículo, que participa en la resonancia del sonido. Finalmente, los dos repliegues situados encima son las bandas ventriculares ya mencionadas.

      El espacio entre el plano glótico y el reborde superior de la laringe toma el nombre de vestíbulo laríngeo.

      Examinemos con detenimiento qué nos revela el corte frontal a nivel de uno de los pliegues vocales (Figura 11).

      La mucosa que recubre los pliegues vocales a nivel del tercio medio está compuesta por tres capas:

      – La más superficial es la que se ve en el examen, el epitelio, de color blanco nacarado (Figura 12). Esta constituye la cobertura. Es en este nivel en el que aparece la mayoría de las lesiones por esfuerzo como los nódulos y los pólipos. En estado normal, esta capa, sostenida por la inferior, flota literalmente sobre ella. Puede ser así arrastrada por el paso del aire espiratorio y entrar en vibración.

      – La capa media es muy débil y constituye casi un espacio virtual; es el espacio de Reinke. Actualmente, se denomina lámina propia. Ella está a su vez compuesta por subcapas. En el edema del fumador, llamado edema de Reinke, se encuentra alterada: se vuelve más espesa y sobre todo más viscosa, lo que constituye un impedimento para los movimientos vibratorios de la mucosa.

      – La capa profunda está adherida al músculo vocal: es el ligamento vocal. Éste, estando compuesto por una parte de fibras elásticas, puede estirarse bajo la acción del músculo tensor de la glotis. De todas formas, hay un límite a este estiramiento por la presencia de fibras colágenas (no elásticas) en su seno. Ligamento y músculo constituyen el cuerpo.

      Cuando la vibración afecta a la totalidad de la mucosa y el cuerpo, decimos que los sonidos así producidos son efectuados en mecanismo 1. Cuando la vibración no implica más


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